Consumidores y organizaciones están tomando conciencia sobre la situación ambiental, y desde el espacio de trabajo buscan alternativas para reducir la huella de carbono y evitar que empeoren las consecuencias climáticas.
Entender la inminente necesidad de cambio en las prácticas dentro del ámbito laboral, es fundamental para asumir una transformación significativa frente a la situación ambiental. Ante esto, Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS), organización que transfiere los riesgos de un mundo renovable, propone diferentes iniciativas para lograr ser un profesional verde.
“Hoy en día se hace necesario utilizar nuestras habilidades y nuestra profesión para mejorar las condiciones climáticas y reducir el perjudicial impacto que recibe el planeta a causa del ser humano. Sin importar la actividad laboral que practiquemos, cada uno de nosotros puede abordar la sostenibilidad desde sus propias prácticas y ambientes de trabajo”, comenta Sergio Isaza Bonnet, fundador de Gestión de Riesgos Sostenibles (GRS).
A continuación(GRS), propone 4 cambios personales para compensar o reducir la huella de carbono:
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Impulsar a la organización a desarrollar prácticas verdes: Reciclar, reducir el uso de papel y plástico, y buscar formas de transporte no contaminantes, como caminar o montar en bicicleta, son algunas iniciativas que puede implementar cualquier organización, pues no requiere ningún esfuerzo económico.
“Movilizar a los trabajadores en favor de una causa común, genera una mejor interacción en el ambiente laboral. Incentivar a buscar alternativas verdes y desarrollarlas en el lugar de trabajo, trae una serie de beneficios para la organización en cuanto a clima organizacional, pues según las listas publicadas del premio “Great place to work” dentro de los diez mejores empresas para trabajar en Latinoamérica, se incluyeron organizaciones que contaban con iniciativas sostenibles”, explica Isaza.
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Apoyar iniciativas de RSE: Una estrategia de Responsabilidad Social Empresarial (RSE), consiste en desglosar la cadena de valor de una organización e identificar los puntos donde se pueden implementar soluciones en favor de alguno de los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que hacen parte del plan de acción 2030 de las Naciones Unidas. Según el reporte de Carbon Disclosure Project (CDP), las organizaciones con iniciativas sostenibles y declaradas en la lucha del cambio climático tienen un mejor rendimiento financiero, obteniendo hasta un 67% más de retorno sobre inversión que las compañías contaminantes.
“Una estrategia de RSE es una solución inteligente para aportar a la situación climática mientras se estimula el crecimiento de la organización a partir del desarrollo de su imagen corporativa. Tanto clientes como grandes inversionistas están siendo cada vez más conscientes de la importancia de las prácticas ambientales, y se han vuelto más estrictos al seleccionar las empresas que buscan apoyar”, detalla el gerente de GRS.
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Buscar trabajar en organizaciones ambientalmente conscientes: A pesar del repentino cambio de muchas empresas hacia la sostenibilidad, existen organizaciones que se resisten a esta transición, por lo que es importante que la visión de la empresa se alinee con los propios valores del profesional.
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Ser un profesional verde incluye implementar pequeñas acciones personales que estén enfocadas a ayudar al medio ambiente desde el espacio de trabajo, como por ejemplo:
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Apagar y desconectar los equipos electrónicos que no estén en uso (luces, televisores o impresoras), pues incluso en reposo, estos equipos siguen consumiendo energía.
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Cuidar recursos como el agua (cerrando grifos y no abusando de su consumo) o el papel (reutilizando antes de tirarlo y usando una caja o una bolsa específica para los papeles). Esto reducirá gastos significativos para la organización y el impacto ambiental.
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Incorporar plantas dentro de la oficina, ya que además de ser decorativas ayudan a eliminar elementos contaminantes en el aire.
Las energías renovables para 2019 ya generaron 11.5 millones de empleos en el mundo, y solo en Estados Unidos emplearon a 3 millones de profesionales. Colombia no es la excepción pues ya hay alrededor de 150 mil personas con empleos verdes según un informe del DANE del 2019.
“Hoy en día debemos hacernos responsables del impacto que nuestras acciones tienen en el medio ambiente. Lo positivo es que actualmente, desde cualquier sector económico, se pueden implementar iniciativas sostenibles que permiten a las personas crecer como profesionales y, a la vez, generar un impacto ambiental significativo”, concluye Isaza.