¿Y la Paz Total?
A casi meses 8 del presidente Gustavo Petro estar al mando del Estado es torpeada por el Clan del Golfo, grupo paramilitar con misión de provocar al gobierno y su proyecto fundamental. Nos llevan jugar en su terreno, la violencia. Nunca acabaremos ese Clan del Golfo.
Esos grupos sincréticos en sus ideologías son manejados desde el narcotráfico y son patrocinados por altas esferas del poder, están ciertamente infiltrados en las fuerzas militares y compran y corrompen cualquier fuerza del Estado en los territorios.
Plantear una guerra contra este grupo criminal y terrorista, de ideología sincrética y ciertamente paramilitar, es declararle la guerra a un fantasma, el cual vive no solo en la Casa de Nariño sino que también se alimenta y alimenta en los territorios el negocio de la cocaína.
Cuántos años llevamos en guerra para seguir declarando la guerra a grupos subversivos, que son como cucarachas que soportan cualquier explosión nuclear y que continuarán surgiendo y utilizando las juventudes sin estudio y desempleadas como carne de cañón para perpetuar la guerra.
Esta guerra transnacional donde América Latina desde USA, México, llegando a Colombia que es la cocina del continente, y se extienda a la Argentina, es imposible de acabar, esas estructuras aprovechan el bochorno y pobreza social para como gusanos o parásito infectar los Estados.
Triste es que tengamos que retroceder y volver a declarar la guerra al fantasma, ese que nadie conoce porque su rostro se ve renovado año tras año, con nuevos capos y alianzas entre las fuerzas del Estado y el preciado dinero que saca algunos de la pobreza y exclusión social.
A otros entrega no sólo su manutención y tiquete para tener vida más digna sino que los lanza al vértigo de obtener en este mundo de los deseos sus sueños y ambiciones. No es problema estatal, es un problema de modelo social y sino se cambia nunca habrá Paz Total.
SK