Crónica: Gracias por tanto Akira Toriyama
Este 8 de marzo, se conoció por medio de las redes oficiales de Dragon Ball el fallecimiento del creador de la serie, Akira Toriyama. La noticia se dio a conocer 7 días después de su deceso por pedido de la familia del dibujante, que querían mantenerlo en privacidad.
Solo se viene a mi cabeza que cada tarde, al volver del colegio, mis pasos se dirigían automáticamente hacia el televisor. Después de un almuerzo rápido, me sumergía en el mundo de Dragon Ball, una aventura que trascendía la pantalla y se convertía en una lección de vida.
Dragon Ball no era solo una serie animada; era un universo en el que cada personaje, cada batalla y cada enseñanza resonaban en lo más profundo de mi ser. En cada episodio, encontraba lecciones de perseverancia, amistad y valentía que me acompañarían mucho más allá de mi infancia. Goku, con su espíritu indomable, me enseñó la importancia de nunca rendirme ante los desafíos. A través de sus interminables batallas y su inquebrantable determinación, comprendí que la verdadera fuerza reside en la perseverancia y la voluntad de seguir adelante, incluso cuando todo parece perdido.
Piccolo, el enigmático rival convertido en aliado, me mostró que las promesas y la amistad son para siempre. A medida que su vínculo con Gohan se fortalecía, comprendí el poder transformador del perdón y la importancia de estar ahí para los seres queridos, incluso en los momentos más difíciles. El Maestro Roshi, con su sabiduría y humor, se convirtió en un símbolo de la importancia de tener un mentor en la vida. Sus enseñanzas sobre el poder del trabajo duro, la disciplina y el respeto resonaron en mí, recordándome que el camino hacia el crecimiento personal está pavimentado con esfuerzo y dedicación.
Y luego estaban Trunks y Goten, dos jóvenes Saiyajin que me mostraron la importancia del trabajo en equipo y la camaradería. A medida que luchaban codo a codo para proteger a sus seres queridos, entendí que juntos somos más fuertes y que el apoyo mutuo es fundamental en cualquier batalla que enfrentemos en la vida.
En la soledad de mi habitación, mientras intentaba emular los movimientos de mis héroes favoritos, comprendí que Dragon Ball era mucho más que una serie animada; era un viaje de autodescubrimiento, un recordatorio constante de que, con determinación y coraje, podemos superar cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino. Y detrás de cada momento memorable estaba Akira Toriyama, el genio creativo que dio vida a este universo fascinante. Su imaginación sin límites y su habilidad para crear personajes entrañables dejaron una marca indeleble en mi corazón, regalándome recuerdos que atesoraré para siempre.
Así, Dragon Ball se convirtió en mucho más que una serie animada; se convirtió en una fuente inagotable de inspiración, un refugio en tiempos difíciles y un recordatorio de que, con amistad, perseverancia y el espíritu de lucha, podemos alcanzar nuestras metas más allá de lo que jamás imaginamos.
Solo queda decirte: ¡Muchas Gracias Akira Toriyama!
Jhon Edisson Vallejo
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