En el recuerdo quedó la magia, el “Joga bonito”, la samba y la alegría que Brasil empieza demostrando en los primeros partidos del Mundial. Hoy sale eliminada la selección siempre favorita, la cinco veces campeona ante un equipo que hace años viene haciendo las cosas bien y es la selección de Croacia, actual subcampeona del mundo.
Muchos decían que el campeonato empezaba hoy para Brasil, pues siendo así, fue debut y despedida porque se encontró con un equipo totalmente organizado, con alta posesión del balón y en pocas palabras, mucho más organizado y paciente.
Un partido aguerrido, jugado tácticamente por parte de los dos equipos, no dejó ventajas en los 90 minutos reglamentarios y solo hasta el tiempo suplementario tuvo emociones de cara al gol. En una gran jugada de Neymar, donde combinó con Paquetá, Brasil abrió el marcador y terminaron vulnerando la portería de Livakovic. Era el minuto 105, y Brasil soñaba con las semifinales.
El futbol es cruel. Brasil fue víctima de esa crueldad, “Tite” pensó que con adelantar líneas, circular la pelota y manejar los tiempos del partido era suficiente para cerrar el marcador. Croacia nunca se rindió y, precisamente, aprovechó el espacio que la “canarinha” dejó a raíz de las líneas adelantadas.
El equipo Croata, encabezado por un Modric inspirado, recuperó el balón que condujo hasta Perisic que con habilidad y precisión le entregó un pase preciso a Petkovic que recién había ingresado y terminó liquidando a Alisson para al minuto 117 y ya solo quedaba esperar los penales.
En la tanda de Penales el guion estaba escrito. El miedo impuso condiciones. Rodrygo y Marquinhos fallaron las ejecuciones cariocas. Vlasic, Majer, Modric y Orsic hicieron su trabajo. La noche en la que Neymar igualó a Pelé como máximo anotador histórico en la “verde amarela” ha sido eclipsada por Luka Modric. Sí, Croacia avanza de nuevo a semifinales y ratifica el buen momento de su selección.
Jhon Edisson Vallejo
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