Crisis energética en Colombia: exministros alertan por riesgo entre 2027 y 2028
Panorama actual de la crisis energética en Colombia
Barranquilla, noviembre de 2025. La crisis energética en Colombia volvió a ser tema central durante un taller para periodistas realizado en Barranquilla. En el encuentro, los exministros de Minas y Energía, Amylkar Acosta y Tomás González, expusieron una combinación de riesgos que podría comprometer la confiabilidad del sistema eléctrico entre 2027 y 2028.
Ambos exministros señalaron que el país enfrenta simultáneamente déficit de oferta, retrasos en transmisión, presión fiscal, deterioro del sector gasífero y rezagos en cobertura. Durante la jornada, insistieron en que Colombia necesita una política energética de Estado para garantizar estabilidad técnica y financiera en los próximos años.
Además, destacaron que la transición energética exige decisiones que fortalezcan la inversión privada, de manera que la expansión y el mantenimiento del sistema puedan avanzar sin interrupciones.
Cobertura y acceso: el desafío principal según los expertos
Durante su intervención, el exministro Tomás González indicó que el mayor desafío es alcanzar cobertura universal. Recordó que, según cifras recientes, 4,1 millones de colombianos aún no cuentan con servicio eléctrico. Por ello, dijo que la política energética debía “poner la inclusión en el centro”.
Asimismo, explicó que los hogares sin energía suelen ubicarse en zonas con altos niveles de pobreza y vulnerabilidad. En consecuencia, la expansión de la cobertura requerirá inversiones en soluciones individuales, microredes y extensiones al Sistema Interconectado Nacional.
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Oferta en riesgo: alertas para 2027 y 2028
Según Amylkar Acosta, Colombia se acerca a un escenario de riesgo de desabastecimiento. Durante el taller detalló que en 2024 solo entró en operación el 25% de la capacidad esperada y que en 2025 la cifra se redujo al 1,4%.
Además, expuso varios indicadores:
- Los retrasos en generación y transmisión oscilan entre 2,7 y 6,4 años, según la región.
- La matriz eléctrica depende en gran medida del agua: el 80% de los embalses no cuenta con regulación superior a cuatro meses.
- Para enfrentar los años 2026–2028 será necesario disponer de toda la generación térmica, con el fin de evitar que los niveles de los embalses caigan por debajo de los rangos críticos.
En paralelo, Acosta señaló rezagos de inversión del 58% en Air-e y del 48% en Afinia frente al nivel mínimo requerido de activos. Explicó que intervenir empresas públicas o privadas sin un plan técnico puede profundizar las pérdidas y afectar el recaudo, como ocurrió en el caso de Electricaribe.
Asimismo, recordó que la región Caribe concentra el 30% de la demanda nacional y origina el 80% de las fallas por demanda no atendida. “Resolver el Caribe definirá la sostenibilidad financiera y operacional del sistema”, puntualizó.
Para profundizar en la evolución del sistema eléctrico y la regulación regional, los lectores pueden consultar documentos disponibles en portales internacionales como la Agencia Internacional de Energía.
Una presión fiscal creciente
Durante el taller también se abordó la situación fiscal del sector. Para 2025, las deudas acumuladas con empresas de energía alcanzaron 7,6 billones de pesos. Esto representó un incremento del 22% en comparación con abril del mismo año.
Los exministros señalaron que esta situación limita la capacidad de inversión y afecta la estabilidad financiera del sistema.
Crisis energética en Colombia: hoja de ruta mínima para el nuevo gobierno
Los expertos presentaron seis acciones que consideran indispensables para evitar un escenario de racionamiento y para fortalecer la operación del sistema:
- Convertir la cobertura universal en política de Estado.
- Recuperar la confianza inversionista.
- Acelerar la entrada de proyectos de generación y transmisión.
- Proteger el sistema ante la probabilidad de dos veranos consecutivos.
- Resolver de forma definitiva la situación de la región Caribe.
- Ordenar las finanzas del sector.
Con estas medidas, indicaron, Colombia podría avanzar hacia un sistema más confiable y equilibrado. Sin embargo, enfatizaron que el reto requiere decisiones de largo plazo respaldadas por estabilidad regulatoria y voluntad política.
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