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El “Ficouribismo” no le ha podido quitar el olor a mierda a lugares céntricos de Medellín

Foto: Archivo

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Federico Gutiérrez, actual alcalde de Medellín, y sus puntas de lanza al concejo por el partido político CREEMOS, se adueñaron del “descuido de la ciudad” para realizar sus campañas políticas, hablando del deterioro de parques públicos, del continuo olor a materias fecales que se presentaban desde inicios del 2023. Casi 8 meses después de la victoria de Fico y de su partido político, logrando retomar el poder político en la ciudad, lo único que ha logrado es que el olor a materias fecales ya no sea una preocupación de aquellos que hicieron campaña empeñada en ella.

 

Incluso, el concejal más votado de la ciudad del partido CREEMOS, Andrés Tobón, antiguo exsecretario de seguridad en el primer mandato de Fico, en su época de campaña, realizó varias publicaciones en sus redes sociales hablando del deterioro y “descuido total de la ciudad”, de la “pérdida” de lugares abiertos a la comunidad, de la ineficiencia de la alcaldía saliente en la limpieza de la ciudad, pero se sumó a la amnesia colectiva de los detractores políticos de la pasada alcaldía.

 

Incluso, el medio de comunicación más “imparcial” de Antioquia, El Colombiano, publicó constantes notas desde el inicio del 2023, en las cuales se hablaba de los problemas de olores, de materias fecales y descuido de la reforestación de la ciudad, llamando a tales sucesos como “la caída de Medellín”. Pero, al igual que los concejales del ficouribismo, al realizarse el cambio de alcaldía a una más cercana a los intereses de sus dueños y jefes políticos, se les olvidó el olor, las plantas de las zonas verdes de la ciudad, incluso su máxima año tras año: “el desbordamiento sin medida de la indigencia en Medellín”.

 

Desde enero del presente año, el olor a materia fecal no ha dejado de ser constante, incluso en los lugares céntricos de la ciudad como los alrededores de la Plaza Botero, la Plaza Rojas Pinilla, la Plazoleta Francisco Antonio Zea, lugares aledaños a Villanueva, el soterrado de Echeverri, la Avenida Oriental, o hasta incluso la misma Plaza Cisneros, a tan solo una avenida de la sede administrativa de la ciudad.

 

Ahora bien, desde la alcaldía se realizó una inversión de 2.300 millones de pesos en el mes de enero del presente año, la cual buscaba desde el inicio de su mandato realizar una limpieza a los lugares más visibles de la ciudad, llamando a su campaña “una ciudad que sí se puede ver”. Pero, en tal visión no se tuvo en cuenta el trasfondo de la problemática social, la cual es tratada en el último informe realizado por MEDELLÍN COMO VAMOS, en el cual se puede evidenciar que la pobreza monetaria ha aumentado del 24.4% en el 2019 al 32.9% en el 2020; un 8.5% de aumento de la desigualdad social, y eso que los expertos esperan que las cifras aumenten más para el próximo informe.

 

Solo queda esperar que el partido político más votado por la ciudad y su dirigente máximo, el alcalde Federico Gutiérrez, se tomen la libertad de caminar por la ciudad y así entender que el olor a mierda sigue allí, que las materias fecales no entienden de política, que las problemáticas de pobreza, consumo de drogas, prostitución, delincuencia y aumento de los habitantes de calle no pueden ser olvidadas apenas se posea el poder político, dado que se pretende mostrar el cambio de Medellín. Además, se acerca la feria de flores y los lugares aledaños al río Medellín son el “hogar” de aquellos a los que se les suele llamar indeseables.


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