Por: Redacción Lado B.
La justicia volvió a darle la razón al gobernador del Magdalena, Carlos Caicedo, luego que los juzgados Séptimo Civil Municipal y Segundo Penal Municipal con Funciones de Conocimiento y Depuración de Santa Marta, declararon improcedente y denegaron, respectivamente, dos acciones de tutela interpuestas por la vicepresidenta de la Asamblea, Elizabeth Molina, quien, bajo el argumento de haber sido afectada en sus derechos al buen nombre y presunción de inocencia, e imagen e intimidad, pretendía desconocer su cercanía con clanes políticos señalados de pertenecer al ‘Cartel de la Salud’ y el matoneo hacia el mandatario departamental.
El primer caso fue asumido por el Juzgado Séptimo Civil Municipal, el cual resolvió negar por improcedente la acción de tutela instaurada por Molina, quien junto los también asambleístas Claudio Aarón y Jair Mejía, arremetió como diputada contra el gobernante, luego que este último expresó públicamente desde sus redes sociales que algunos miembros de la Duma vienen trabajando al servicio del uribismo y los clanes políticos, entre esos, los tres en mención.
Sin embargo, el organismo de justicia aclaró que “no avizora que la precursora del amparo (la diputada Molina) hubiese solicitado al demandado (el gobernador) el retiro, corrección o enmienda de las publicaciones que hoy cuestiona en este escenario. Así mismo, tampoco existe evidencia de haber exteriorizado su reclamo ante las plataformas de Facebook y Twitter en las que se divulgaron los mensajes que reprocha, las cuales tienen habilitadas la opción de denuncia de contenido”, lo que quiere decir que Molina se saltó varias instancias legales.
“AARÓN Y MOLINA SE VALIERON DEL DOLOR AJENO”:
Mientras que el segundo hecho parte desde una expresión de la diputada Claudia Aarón, en la que, de forma imprudente y, bajo su cargo como Presidenta de la Asamblea, trajo a colación la muerte de los padres del gobernador -como si se tratara de un acto de triunfo político de la oposición al caicedismo, de la que ella y Molina, abiertamente, hacen parte-.
“Dios permitió que se le murieran su señora madre, su señor padre y su hermana (…)”, publicó Aarón, cuyo hecho fue repudiado por la opinión pública, que la señaló de aprovecharse de dicha calamidad familiar para cobrar revanchas políticas.
Lo dicho por la Diputada despertó el dolor del mandatario, el cual se evidenció desde sus redes sociales, al responder sin agravios que “el odio no tiene límites para la presidenta y vicepresidenta de la Asamblea del Magdalena, Claudia Aarón y Elizabeth Molina, respectivamente. Se atacan las ideas pero no el dolor ajeno. Se evidencia la calaña de individuos a los que enfrentamos y que celebran la muerte de mis padres ¡Una canallada!”.
Con base a lo expresado por el gobernador, Molina radicó la tutela, tras considerar que Caicedo le vulneró sus derechos fundamentales al buen nombre, imagen e intimidad; no obstante, no aportó pruebas que así lo demostraran, siendo ese el argumento que consideró el Juzgado Segundo Penal Municipal, encargado del caso.
“Se resuelve denegar el amparo de los derechos fundamentales invocados por
Elizabeth Molina, en concordancia con la parte motiva de este proveído”, precisó el Juzgado.
Asimismo, el despacho judicial, reiteró: “Puesto en este estado las cosas (…), dentro del arsenal probatorio no se logró demostrar la existencia de la puesta en peligro de derechos fundamentales o de un perjuicio irremediable que amerite la procedencia de la acción de tutela frente a los hechos alegados (…). Por otro lado, se hace necesario referirse a la libertad de expresión, que tiene toda persona a expresarse frente a lo que considere vea necesario, es por ello que el señor Carlos Caicedo, al considerarse arremetido contra su persona, publica en su cuenta de Twitter su sentir”, concluyó el Juzgado, dándole la razón al gobernador y exponiendo la falta de conocimiento jurídico de las diputados, Molina y Aarón.
Fallo completo:
https://es.scribd.com/document/511869801/FALLO-COMPLETO-T-RAD-2021-00280-151