A seis años de la meta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, los países deben diseñar mayores estrategias para apoyar este importante renglón de la economía. Facilitar acceso al crédito y a la formalización, fortalecer redes con el sector privado, mejorar la infraestructura, y brindar asesoramiento a personas emprendedoras, así como a pequeñas y medianas empresas, entre las recomendaciones.
“A tan solo seis años del plazo para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), muchos países se enfrentan a una serie de desafíos de desarrollo, únicos e interconectados, que incluyen crisis del costo de vida, espacios fiscales limitados y obstáculos para acceder a nuevas fuentes de financiamiento para el desarrollo. Los desafíos económicos, sociales y ambientales agravan la creciente pobreza y el hambre”.
De esta manera, la Organización de Naciones Unidas, ONU, hace un llamado para que se actúe frente a los retos que enfrentan las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, en el marco de la conmemoración de su día internacional (27 de junio). Para la ONU, la celebración de 2024 debe servir para entablar conversaciones entre agentes clave, como los responsables de políticas, las grandes empresas, las instituciones financieras y la comunidad internacional, para apoyar las mypimes en la aplicación de la Agenda 2030 y contribuir al logro de los ODS, especialmente la erradicación de la pobreza, el trabajo decente para todos y la igualdad de género.
“Frente a la situación actual de los micronegocios hay varias preocupaciones: por un lado está el acceso a financiamiento para que puedan escalar mucho más su negocio, comprar insumos, invertir en canales para mercadeo, y lograr acceder a los mercados, ya que muchas de estas microempresas tienen que competir en mercados grandes y diversificados, y como carecen de redes y contactos comerciales tienen una escasa presencia en los mismos”, explica Soraya Husain, directora de Investigación de la Fundación WWB Colombia, que elaboró una serie de recomendaciones, en torno a los desafíos que enfrenta este importante renglón de la economía.
Actualmente, las microempresas, pequeñas y medianas empresas, mypimes, representan el 90% de las empresas; entre el 60 y el 70% del empleo y el 50% del Producto Interno Bruto, PIB mundial. Además, contribuyen a las economías locales y nacionales y a mantener los medios de subsistencia, en particular entre los trabajadores más pobres, las mujeres, los jóvenes y otros grupos en situación de vulnerabilidad. En Colombia, de acuerdo con el Centro de Estudios Económicos de ANIF, las cifras son muy similares al promedio mundial; se calcula que las mipymes constituyen el 99,5% de las empresas; generan aproximadamente el 79% del empleo y aportan 40% al Producto Interno Bruto.
Cali es la cuarta ciudad de Colombia con el mayor número de micronegocios, tiene, al igual que Barranquilla, el 11,1% de micronegocios del país, lo que representa un total de 243 mil emprendimientos. Según la Encuesta de Micronegocios (EMICRON) 2023, la mayoría de los emprendimientos en Colombia nacen por necesidad económica (35,5%) o al identificar una oportunidad de negocio (31,1%). Su principal fuente de financiación son los ahorros personales (57,6%), ya que muchos emprendedores no acceden al crédito formal debido a los altos costos financieros y el exceso de trámites; el 76,2% de los emprendimientos en Colombia no cuenta con Registro Único Tributario (RUT) dificultando su acceso al financiamiento mediante préstamos.
Según el registro de la Cámara de Comercio de Cali, en la ciudad hay más de 150.000 microempresas y más de 12.000 pequeños y medianos negocios.
“Muchas de estas microempresas funcionan en los hogares y carecen de apoyo, tanto institucional como de cadenas de valor, por lo cual hay que hacer un ejercicio importante de conectarlas con el ecosistema; brindarles capacitación, ya que existe desconocimiento frente a distintos procesos, a las leyes, la formalización y los apoyos, incluso, a los cuales podrían acceder”, agregó Husain.
Foto cortesía
El informe realizado por la Fundación WWB Colombia resumen entre los grandes desafíos de los micronegocios, el acceso a financiamiento, la formalización, innovación y tecnología, infraestructura y logística, acceso a mercados, capacitación y conocimiento, y la sobrecarga de cuidado.
Recomendaciones
La Fundación WWB Colombia, que trabaja por el cierre de brechas y la inclusión de la mujer en el desarrollo económico, identificó las siguientes recomendaciones, frente al llamado de la ONU:
- Formación a nivel individual y organizacional que involucre la perspectiva de género, y la participación de hombres y mujeres en el trabajo de cuidado: es necesario generar estrategias pedagógicas para sensibilizar sobre las cargas de cuidado e incorporar una perspectiva de género en cualquier estrategia que se desarrolle. Asimismo, los sistemas de cuidado en el país pueden brindar servicios de atención a personas que requieren de cuidados en hogares en los que las mujeres tienen micronegocios.
- Facilitar el acceso a créditos de las personas emprendedoras, mediante instituciones financieras, a través de programas que simplifiquen los requisitos y ofrezcan asesoría personalizada. Esto podría complementarse con la provisión de capital semilla, educación financiera y capacitaciones específicas, estrategias claves mencionadas por las personas emprendedoras, para fomentar el crecimiento de sus negocios.
- Reconocer la diversidad de razones para la no formalización de los emprendimientos, en este aspecto, es importante contar con un diagnóstico dirigido a la población emprendedora, para ampliar la información que se tiene de quienes no están dentro del sistema financiero y en el acceso a las oportunidades que ofrece el mercado. Asimismo, la modernización institucional de procesos que simplifiquen trámites y requisitos administrativos de estas organizaciones.
- Generar estrategias acordes a las necesidades y contextos de las microempresas: lo que se logra con datos inclusivos y desagregados, que permitan apoyar los procesos de crecimiento, así como facilitar la participación de las mujeres en redes y asociaciones empresariales.
- Fortalecer las redes de trabajo entre el sector privado, organizaciones sociales y sector público, para adelantar acciones conjuntas que involucren a todos los sectores y actores, tales como políticas públicas que promuevan la inclusión y educación financiera de la mano con educación formal, digital y empresarial con perspectiva de género e interseccional.
- Mejorar la infraestructura básica en zonas rurales y urbanas donde operan estas empresas. Facilitar el acceso a espacios para formación, desarrollo de nuevos productos y búsqueda de nuevos mercados, centros de negocios, incubadoras y espacios de coworking que se ajusten a las necesidades a las necesidades de las empresas y las emprendedoras.
- Desarrollar estrategias de marketing y canales de venta que se adapten a las necesidades de las mujeres emprendedoras, como descuentos en servicios de cuidado, viajes de participación en eventos y ferias empresariales. Apoyar la digitalización de los negocios con soluciones que faciliten la comercialización de productos y servicios.
- Articular planes de asesoramiento y capacitación financiera para emprendedoras con el fin de que puedan tomar decisiones informadas sobre el manejo de sus finanzas y acceso a crédito. También, asesorías a nivel administrativo, personal y logístico, incluyendo temas como administración, contabilidad, marketing, asesoría legal, atención al cliente, liderazgo y resolución de conflictos.
En el marco de la conmemoración del Día Internacional de las Microempresas y las Pequeñas y Medianas Empresas, instaurado por la ONU, compartimos este informe que hace un llamado a respaldar las mypimes, para combatir la pobreza. Contiene cifras de distintas entidades, panorama y una serie de recomendaciones, elaboradas frente al llamado de la ONU, por la Unidad de Investigación de la Fundación WWB Colombia.