El 20 de febrero, la Asociación de Institutores y Trabajadores de la Educación del Cauca (ASOINCA) anunció el fin de su más reciente manifestación social. Esta agremiación permaneció durante dos semanas en la Plaza de Bolívar de Bogotá para exigir, entre otras cosas, mejores condiciones en el sistema de salud de su magisterio. Sin embargo, su presencia prolongada en las inmediaciones del Congreso de la República y su manera de protestar suscitaron varias polémicas. A continuación haremos un repaso sobre los hechos, las motivaciones y los orígenes de esta movilización.
Las motivaciones de la protesta de ASOINCA
ASOINCA es una organización sindical que agremia a docentes y trabajadores de la educación a lo largo del departamento del Cauca (Colombia). Desde el pasado martes 7 de febrero, más de 500 integrantes de esta organización hicieron presencia en la Plaza de Bolívar de Bogotá para dialogar con el gobierno nacional.
Según Walter Aldana en su columna de opinión para la organización Pares, la agremiación sindical tenía dos puntos cruciales en su pliego de peticiones. Primero, la necesidad de solucionar el riesgo que supone, en estos momentos, la “política de tasa técnica” para cerca de nueve mil quinientos profesores. Esta normativa dicta “el número de alumnos necesarios para la asignación de un profesor” para garantizar la enseñanza en cada salón de un colegio. En la actualidad, menciona Aldana, son necesarios 40 alumnos en la urbanidad y 20 en la ruralidad para asignar un docente. Pero, debido a las actuales condiciones del sistema educativo, se ha producido la denominada “necesidad del servicio”. Esto supone un riesgo no solo para la educación de niños, niñas y jóvenes, sino para el trabajo de una gran cantidad de personas.
Por otro lado, se encuentra el tema más mencionado en los medios de comunicación: la prestación de servicios de salud para los profesores. De acuerdo con la columna de Aldana, los integrantes de ASOINCA oponen una férrea resistencia a su actual operador de servicios de salud. La empresa Cosmitet es la entidad “que actúa como EPS en la intermediación de recursos, al igual que presta algunos servicios como IPS privada”. La inconformidad de esta agremiación con la empresa mencionada nace del paupérrimo servicio que ofrece. “Su lógica de mercado capitalista de la rentabilidad es desestimular el uso del servicio para acumular en sus manos los recursos del presupuesto nacional”, escribió Aldana.
Así mismo, el presidente de ASOINCA, Dimas Sauca, explicó cuáles son las propuestas de su agremiación para solucionar este problema. “Nosotros queremos que las directivas de Fomag (Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio) proclamen la región número 11 constituida por el departamento del Cauca y el municipio de Popayán como las dos entidades certificadas en educación”, declaró Sauca en una entrevista para Blu Radio. Esto, según el vocero de este sindicato, podría garantizar una veeduría más transparente en la prestación del servicio de salud.
Manifestantes de ASOINCA en la Plaza de Bolívar de Bogotá.
Foto: AFP.
El acuerdo entre ASOINCA y el gobierno nacional
En la madrugada del 20 de febrero, el gobierno nacional llegó a un acuerdo con los manifestantes de ASOINCA. El Ministro del Interior, Alfonso Prada, se comprometió a instalar una Mesa Técnica para hacer seguimiento a los compromisos del documento firmado.
El gobierno se comprometió, principalmente, a solucionar las deficiencias del sistema de salud al que pertenecen los trabajadores de ASOINCA. Para lograr esto, una de las soluciones acordadas es la creación de un programa piloto que cumpla con dos objetivos esenciales. Por un lado, reforzar la atención primaria de los docentes afiliados y sus familias. Por otro lado, la posibilidad de solicitar asistencia médica en hospitales y clínicas ajenos al régimen del Cosmitet. Según el consejero presidencial para las Regiones, Luis Fernando Velasco, para lograr esto se firmarán convenios con la red pública y privada de la región.
Firma del acuerdo entre el gobierno nacional y ASOINCA.
Foto: Twitter @MinInterior
De esta manera, los manifestantes que acamparon durante dos semanas en la Plaza de Bolívar regresaran a sus casas en el departamento del Cauca. Desde las primeras horas del pasado lunes 20 de febrero, los manifestantes han abandonado la ciudad Bogotá para ser recibidos como héroes en su tierra. Sin embargo, el gobierno de Gustavo Petro y Francia Márquez ya tiene una advertencia. De no cumplirse lo pactado con el ministro del interior, ellos entraran de nuevo en paro.