El pasado martes 24 de enero, un reconocido medio de comunicación hizo pública una nota en la cual acusan a la actual Ministra de Minas y Energías de Colombia, Irene Vélez, de mentir sobre las reservas de gas natural y petróleo en el país para sustentar la supuesta decisión del gobierno de no conceder más licitaciones de exploración de hidrocarburos en el país.
Esto tuvo como consecuencia una oleada de críticas y cuestionamientos hacia el actual gobierno de la nación. Sin embargo ¿son ciertas estas afirmaciones? A continuación presentamos una mirada detenida sobre los hechos.
Las acusaciones
Irene Vélez, Ministra de Minas y enetgía, en el Foro Económico de Davos
Foto: Valora Analitk.
De acuerdo al informe periodístico presentado por “6 A.M Hoy por Hoy” de Caracol Radio, la actual Ministra de Minas y Energía afirmó en el Foro Económico de Davos que, supuestamente, el gobierno no autorizará más contratos de exploración de hidrocarburos porque el país tiene reservas de petróleo y gas garantizadas hasta 2037, con posibilidades de extenderse hasta el 2042.
Según este medio de comunicación, la funcionaria pública soportó sus “afirmaciones” en un estudio sobre las reservas existentes de estos recursos en la actualidad, el cual fue realizado por el ministerio que ella dirige y publicado a finales del año pasado.
Sin embargo, en la nota afirman que, de acuerdo a la opinión de varios expertos, las aseveraciones de la ministra son falsas y pueden poner en riesgo la seguridad energética del país. Además, mencionan que el documento contiene la “firma” de varias personas que denunciaron no haber participado en su construcción, resaltando las declaraciones de Belizza Ruíz, ex viceministra de Minas y Energía, quien afirmó que su nombre “fue puesto allí para legitimar esas cifras, y ese texto”.
Sin embargo, estas acusaciones están lejos de ser ciertas.
El origen del informe
El documento citado por diferentes medios de comunicación no se trata de un “informe de reservas de gas y petróleo”, sino de un balance sobre los contratos existentes sobre ambos procesos. Este documento tiene el propósito de presentar un diagnóstico sobre el estado de los contratos vigentes relacionados con la explotación de hidrocarburos en el país. En ningún momento, se interesa por presentar el estado y las potencialidades de las reservas de gas y petróleo.
En este documento no se afirma que Colombia tiene reservas de estos recursos energéticos por cerca de veinte años. Lo que plantea es que, de acuerdo a los estudios realizados sobre el estado de los contratos mencionadas con anterioridad, “es posible inferir que los recursos contingentes, tanto del bloque Sinú 9 como de los hallazgos OffShore, pueden abastecer la demanda nacional e, incluso, producir un excedente en su producción”, lo cual puede extenderse hasta el 2042 teniendo en cuenta los recursos prospectivos. Es decir, se trata de una posibilidad y no de una certeza.
Sin embargo, es necesario dejar claro que la afirmación prospectiva presentada en el balance de los contratos de la explotación de hidrocarburos sí es imprecisa. Como lo afirmó el expresidente de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), Armando Zamora, “las reservas probadas (1P) son las únicas con las que se puede contar, dado que en 90% de probabilidad pueden ser puestas en superficie, mientras que las probables (2P) llegan a 50% y las posibles (3P) a 10%”. Por lo tanto, el cálculo para poder establecer un prospecto respecto a estos recursos no se trata de una simple suma aritmética, sino de una ecuación probabilística más compleja. De igual manera, los recursos “Offshore” mencionadas en el documento aún no han sido certificados, por lo cual no puede establecerse con certeza su relación con los prospectos.
Las afirmaciones de la Ministra de Minas y Energía
Relacionado con lo anterior, en el Foro Económico de Davos, la actual Ministra de Minas y Energía fue enfática en afirmar que en ningún momento han “hablado de acabar con contratos de exploración y explotación de petróleo y gas”. Por otro lado, en un hilo de Twitter -mencionado y tergiversado por la nota acusatoria- Vélez afirmó que, junto con la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), revisaron los “contratos existentes y se determinó que garantizarían el abastecimiento nacional de gas hasta más allá del año 2037 e incluso puede haber recursos excedentes”, siendo coherente con el tono prospectivo del documento.
Por lo tanto, Irene Vélez en ningún momento usó el prospecto mencionado con anterioridad de manera para afirmar que no se realizarán más licitaciones de exploración de hidrocarburos. Si bien en meses pasados causó polémica por dar a entender que era una “decisión ya tomada”, ella misma rectificó ante la opinión pública de que se trata resolución que implica la realización de estudios detallados en compañía del Ministerio de Hacienda.
Las supuestas firmas falsificadas
De acuerdo con las declaraciones hechas por la ministra el pasado miércoles 25 de enero en una rueda de prensa extraordinaria, “nunca se falsificaron firmas y nunca se presentaron datos erróneos, ni una metodología que tenga ambigüedades”, matizando que su presencia responde un reconocimiento protocolario e editorial del gobierno nacional:
Algunas consideraciones
De lo anterior se pueden sacar varias conclusiones. Primero: se hace evidente que el estudio realizado por el Ministerio de Minas y Energía no es fraudulento, sino de un informe con un dato equivocado (o varios). Segundo: como bien lo afirmó Irene Velez en la rueda de prensa del pasado miércoles, no se trata de un informe de reservas de petróleo y gas natural, sino de un Balance de las contrataciones existentes.
En este sentido, el grueso del documento presenta información veraz sobre el estado de las licitaciones existentes respecto a la exploración y explotación de hidrocarburos. El único error que tiene es el cálculo sobre la posibilidad de reservas a futuro.
El error del Ministerio de Minas y Energía se encuentra en asumir ciertos tipo de posibilidades de explotación como absolutas que, en realidad, se caracterizan por su inestabilidad. Aunque se trata de especulaciones prospectivas, no se debe escatimar su precisión y menos en el ámbito gubernamental, pues además de estar sujetos a la malversación por parte de quienes no están de acuerdo con el gobierno, también puede ser causante de confusiones en el mismo gabinete -siendo el mismo presidente, incluso, quien confundió la información presentada en el informe y la usó de forma afirmativa-.
Si bien es un hecho que hubo una malversación sistemática de lo contenidos y propósitos del documento, así como de las declaraciones de la Ministra de Minas y Energía, el gobierno tampoco puede reducir el hecho a una “error matemático”: debe existir una rigurosidad máxima en la a precisión de los cálculos y las estimaciones para evitar malos entendidos.