Las muñecas de la mafia
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia. ¿Y por qué “Muñecas de la Mafia”? Porque durante décadas han lavado la imagen de muchos mafiosos, políticos, paramilitares, entre otros. No pueden ser consideradas periodistas íntegras cuando, al servicio de la desinformación, buscan manipular a un pueblo al que, bajo la premisa de “libertad”, desean suprimir sus derechos.
Estas “muñecas” también buscan restringir el pensamiento al recurrir a dogmas religiosos y al nacionalismo, rechazando políticas que son verdaderamente liberadoras y transformadoras, las cuales aspiran a beneficiar a la ciudadanía.
Un ejemplo claro es la legalización de la marihuana, una “droga” que ya es legal en algunos estados de EE.UU., así como en Alemania y los Países Bajos. Estos países, que gozan de prosperidad económica, utilizan los impuestos generados por la marihuana para financiar programas de prevención y promoción de la salud. Este tema, que influye profundamente en la guerra en Colombia, está relacionado con la legalización de la marihuana y la cocaína, así como con las #MuñecasDeLaMafia.
Para comprenderlo mejor, debemos reconocer que la guerra en Colombia ya no es un simple conflicto nacional; ahora hay actores y mafias internacionales y de ultramar que se benefician de la ilegalidad de estas drogas. La prohibición incrementa los precios, por ejemplo, en EE.UU. y Europa, lo que favorece a estas mafias.
Es por ello que considero que las “muñecas de la mafia” operan como promotoras de matrices de valores y dogmas, fomentando y estimulando idiosincrasias que perpetúan dinámicas económicas hegemónicas en Colombia, todas relacionadas con la droga, que, indudablemente, es un medio de producción gigante en este país.
En otras palabras, como señala el antropólogo estadounidense Marvin Harris, de cada medio de producción surge una forma de pensar, una idiosincrasia y un mundo simbólico. El ser humano construye su identidad a través de su relación con la naturaleza que le proporciona su sustento. En el caso de Colombia, esto se refleja en la producción de cocaína y en los imaginarios consolidados de una cultura narco que ha permeado todas las estructuras sociales.
Por todo esto, es fundamental continuar la lucha por democratizar y fortalecer desde lo alternativo la matriz de comunicación que influye en las idiosincracias formas de pensar de la gente y del pueblo. Las “muñecas de la mafia” son megáfonos operados por labios y cuerpos sensuales, su objetivo es perpetuar las estructuras de poder a través de los medios de comunicación, los cuales están al servicio de intereses comerciales.
Lamentablemente, estas voces defienden los intereses de grandes oligopolios financieros que están directamente relacionados con el narcotráfico y la corrupción. Así, la misión de las #MuñecasDeLaMafia es influir en la realidad política, cultural y económica de Colombia mediante estrategias de desinformación y su opinión en las masas, algo que les beneficia y las hace cada vez más ricas e influyentes.
Autor: Samuel Kaputt