Por: Redacción lado B.
Sergio Fajardo, el candidato a la presidencia, ex alcalde y ex gobernador de Antioquia siempre ha hablado de las “maravillas” que logró en su paso por la ciudad y el departamento. Sin embargo, hemos podido ver gracias a sus tibias participaciones con los temas más importantes del país, que él es bastante cosmético y que su trabajo no represento verdaderas soluciones de ciudad, aún con todos sus “detallitos” poco se ha hablado de su capacidad para crear pérdidas económicas, endeudar el departamento o crear elefantes blancos.
Empecemos por contar sus grandes hazañas administrativas con EPM, que es la empresa insignia de antioqueña, 100% publica y al año aporta en transferencias un promedio de 1.5 billones de pesos a Medellín, los cuales se reinvierten en proyectos de libre destinación. Parte de su éxito correspondía a su autonomía técnica, patrimonial y política.
Sin embargo, después del “Convenio Marco de Relaciones Municipio de Medellín – EPM”, el cual aún está vigente y fue firmado por el entonces alcalde Sergio Fajardo Valderrama señala que la Junta Directiva debe tener 5 miembros independientes. De esta manera, entre EPM y algunas empresas del sector privado comenzó a operar una puerta giratoria en la que de la Junta Directiva de Empresas Públicas de Medellín saltaban a importantes cargos directivos en estas organizaciones y viceversa.
Desde ese momento se evidenció públicamente como empezó a pagarle el favorcito a todos sus financiadores de campaña. Claro, el negocio estaba listo. Nombraba a personas de empresas privadas en la Junta de EPM bajo el manto del gobierno corporativo. Después, EPM contrataba con estas mismas empresas, y si todo salía mal, quien tenía que pagar los costos era EPM con los impuestos de todos los ciudadanos a través de las tarifas de servicios públicos, y las empresas privadas salían bien libradas. Una obra casi maestra.
Aún con eso, EPM ha sido una empresa con tanto potencial que ha tenido gran capacidad de expansión y de inversión en otros países para masificar sus filiales y de esta manera generar más ingresos; ha sido así como ha entrado a los mercados de México, Chile, Panamá, El Salvador y Guatemala.
Sin embargo, en esos mercados según hallazgos realizados por la Contraloría se han presentado también irregularidades. En las inversiones de México, realizadas en 2013, EPM perdió, a corte de septiembre de 2020, alrededor de 72,7 millones de dólares, equivalentes en pesos colombianos a unos 263.000 millones de pesos, lo que quiere decir que ocho años después la inversión no ha tenido retorno y, por el contrario, se generan cifras tan negativas. En la inversión realizada en 2003 con la hidroeléctrica Bonyic de Panamá, la cuál debió construirse en 36 meses por un valor de 50 millones de dólares, terminó por tomarse 11 años para su construcción y que su costo ascendiera a 314 millones de dólares, sextuplicando el valor inicialmente planteado.
Y para seguir hablando de hidroeléctricas la que se construye en Antioquia y en la que el candidato profesor tiene gran injerencia es Hidroituango. Es importante recordar que Fajardo está imputado por este caso por parte de la Contraloría, por detrimento patrimonial de 4,1 billones de pesos, mientras que por responsabilidad fiscal alcanzaría los 500.000 millones de pesos. Además, todo el proyecto debido a los retrasos y las malas decisiones presenta pérdidas por 9,9 billones de pesos. Fue el mismo Fajardo quien dijo en entrevista que no asistía a las Juntas Directivas de EPM. Quizá le daba pereza ir, o estaba más ocupado visitando las ballenas del pacifico. Lo que si es cierto es que, si no tenía tiempo de ir a tomar las decisiones más importantes para Hidroituango, de la misma forma, no tendrá tiempo de presidente para manejar los designios del país.
Y para seguir enumerando sus grandes hazañas administrativas a través de EPM, una de las más sonadas fue Orbitel. En 2006, siendo Fajardo quien presidia la Junta Directiva de EPM se aprobó por unanimidad la compra del 50% de las acciones de Orbitel por 80 millones de dólares condicionado a telefonía fija de larga distancia, nacional e internacional, y el servicio de internet WIMAX que sustentaban el valor de la empresa (por la que además se pagó de más) y cuyas tecnologías se volvieron obsoletas por lo que el negocio generó pérdidas por aproximadamente 50 millones de dólares.
Para cerrar con broche de oro no podemos dejar de mencionar lo que hizo con la Biblioteca España, que presionó a los contratistas de Conconcreto para finalizar apresuradamente la obra antes de que llegaran los reyes y poder inaugurarla en ese momento, lo que ocasionó sobrecostos, pasando de 6.000 a 9.000 millones de pesos y fallas en la estructura que llevaron a su desmonte, hoy vale alrededor de 20.000 millones ponerla de nuevo en funcionamiento en uno de los barrios con mayores necesidades de la ciudad.
En conclusión, Sergio Fajardo es un candidato con un pasado bastante turbio, que se encuentra imputado por no tener tiempo de cumplir sus funciones, y al mismo tiempo, que debe más favores políticos que cualquier otro. El candidato profesor que no ha sabido sumar ni multiplicar muy bien sus apoyos y aliados, ahora se ha especializado en restar porque ya ni los mapas conceptuales le ayudan, ni las reflexiones con platos.