Los puteaderos como iglesias
Por: Samuel Kaputt
Bataille dijo: “puteaderos podrían ser iglesias, si entendemos al puteadero como lugar donde los instintos más mundanos y humanos del hombre alimentan el placer y donde la mujer entrega su sexo por dinero y porvenir, relación mercantil atravesada por cuerpos que se venden al deseo”.
Es en definitiva el hombre solo en el mundo buscando compañía. No se trata de apoyo a la explotación sexual, sino el sexo como trabajo digno, entregar cuerpo a cambio de dinero, porque otros no entregan su cuerpo, pero sí algo tan preciado como su tiempo. ¿El cuerpo es sagrado?
El cuerpo es el elemento humano que puede ser más fácilmente vulnerado, pero las personas también pueden ser vulneradas en su tiempo, allí la restricción material refleja su posición social expuesta a largas jornadas de trabajo, trajín fuerte, salarios miserables, desgaste físico.
En sociedad capitalista el tiempo del hombre y retribución a la que corresponde valor de su trabajo lo ubican en una posición social que configura un tipo de ocupación, relación, tiempo, trabajo y remuneración que define la forma y manera como ocupará su tiempo de trabajo y libre.
Resumen, cada quien trabaja y es remunerado con lo que representa valor para el mercado que lo rodea o al que accede, unos entregan su cuerpo por remuneración, tranzando posibilidad de placer en el otro, otros entregan placer en palabras, otros preparan comidas, placer del paladar.
SK (Inspirado en Georges Bataille)
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