Martes, 12 de noviembre de 2024 – En el marco de la próxima negociación del salario mínimo en Colombia, Ricardo Bonilla, ministro de Hacienda y Crédito Público, descartó la posibilidad de que el incremento para 2025 supere los dos dígitos, mencionando que el aumento se estima en un 6,2%, basado en la proyección de la inflación y la productividad. Estas declaraciones se dieron durante su participación en el congreso de Asofiduciarias, donde aclaró que, pese a los ajustes, el incremento difícilmente llegará al 10%, dada la expectativa de una inflación controlada en torno al 5,2%.
“Es probable que la inflación de noviembre cierre en 5,2%. Con el punto adicional de productividad, el incremento del salario mínimo se estimaría en 6,2%, manteniéndose dentro de los parámetros de aumento tradicionales en Colombia”, explicó Bonilla.
Impacto en millones de trabajadores
El posible incremento del salario mínimo afectará a millones de colombianos. Según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) y el Ministerio de Trabajo, en 2024 más de 10 millones de personas perciben menos de un salario mínimo, mientras que 3,3 millones ganan exactamente un salario mínimo. De acuerdo con la ministra de Trabajo, Gloria Inés Ramírez, la prioridad es proteger la capacidad adquisitiva de estos trabajadores. Ramírez destacó que los ajustes salariales han permitido reducir la pobreza extrema en 1,6 millones de trabajadores en los últimos años.
Postura empresarial: ambiente tenso en la negociación
Representantes del sector empresarial expresaron preocupación frente al ambiente de la negociación. Jaime Alberto Cabal, presidente de Fenalco, advirtió sobre los riesgos de un aumento salarial significativo, que podría afectar la competitividad y generar pérdida de empleos. “Este año somos muy pesimistas, pues no hay un buen ambiente para la concertación”, afirmó Cabal, argumentando que la reciente reforma laboral no tuvo en cuenta los puntos de vista empresariales.
Por su parte, Rodolfo Correa, presidente ejecutivo de Acopi, alertó que un incremento superior al Índice de Precios al Consumidor (IPC) podría desestabilizar a las micro, pequeñas y medianas empresas, e incluso llevar al cierre de algunas.
A medida que se acerca el periodo de negociación, el gobierno, las organizaciones laborales y los gremios empresariales se preparan para discutir uno de los temas más sensibles en la economía colombiana, con implicaciones significativas para la estabilidad financiera del país y la calidad de vida de millones de trabajadores.