+57’ podría haber sido una carta de presentación diferente para el reguetón colombiano. Sin embargo, la reciente colaboración de Karol G, Maluma, Feid, Blessd, Ryan Castro Ovy y DFZM, a pesar de ser protagonizada por artistas ya consolidados en el género y otros que van iniciando su camino, se quedó atrapada en los mismos clichés de siempre. No es que la canción sea simplemente “reguetón” —sabemos que este género tiene sus propias bases y su tono rebelde y provocador, y por eso nos gusta, en mi caso—, pero que sea reguetón no significa que tenga que estar limitado a las mismas letras de siempre. Con artistas de este calibre, la expectativa era ver algo que resonara de una forma más creativa y que incluso capturara un tono cultural más auténtico, algo que reflejara ese espíritu paisa y colombiano que tanto admiran sus seguidores.
Es cierto, el reguetón tiene un estilo propio: su energía, su ritmo pegajoso, su lenguaje callejero, y no se puede ignorar que estos elementos le han dado vida y lo han mantenido vigente. Sin embargo, eso no significa que deba quedar atado a una fórmula inamovible. Basta con mirar a J Balvin, quien en su momento con canciones como “Mi Gente” y “Seguiré Subiendo” demostró que se puede hacer algo diferente dentro del mismo género. Con “Mi Gente”, Balvin rompió barreras, convirtiendo el reguetón en un himno de celebración mundial, una canción que en vez de reforzar estereotipos logró unir a personas de distintos contextos. Y en “Seguiré Subiendo,” mostró una faceta inspiradora, en la que se enfocaba en sueños, metas y en lo que significa trabajar por el éxito de una manera más humana, conectando con sus seguidores en un nivel distinto.
La frustración con ‘+57’ radica en que, en lugar de mostrarnos una visión más rica y auténtica de Colombia, los artistas detrás de esta canción optaron por una letra que cae en lo fácil: lujo, fiesta y exceso, temas que no desafían las percepciones del género ni del país. En lugar de aprovechar el título como una oportunidad para resaltar la cultura paisa, para mostrar que Colombia es mucho más que una serie de estereotipos, se eligió una narrativa que refuerza las críticas que otros tienen sobre el reguetón. Nos han dado una canción que podría haber sido lanzada por cualquier artista de reguetón promedio, sin distinguirse por la autenticidad que, de hecho, ha caracterizado a muchos de los involucrados en sus momentos más brillantes.
Entonces, no, no se trata de rechazar el reguetón o de pretender que deje de ser provocador. Se trata de reconocer que este género también puede ser una plataforma para representar lo bueno de una cultura rica y compleja, algo que estos artistas tienen la influencia y la capacidad de hacer. Con ‘+57’, se perdió la oportunidad de que un grupo de figuras reconocidas usara su talento y visibilidad para contar una historia que mostrara más de Colombia.
Por Jhon Edisson Vallejo