Clásico de Domingo, Los Danieles vs Arizabaleta
La intelectualidad, el abolengo y el rigor periodístico de los Danieles no pueden contra las pasiones que despierta en sus seguidores twitteros Jaime Arizabaleta. Los domingos que nos tienen acostumbrados a ver fútbol, o los amantes de la F1 a ver carreras, se han vuelto una guerra de likes en twitter, donde “el niño destructor de tendencias” Jaime Arizabaleta, le pasa su 4×4 uribista por encima a los Danieles, dejando sus carritos averiados y sus columnas en los puestos más bajos de la clasificación de tendencias. Una vez más Jaime gana la Pole Position, qué digo yo, se hizo también con el premio del principado el domingo, fue nuevamente el número 1, sus seguidores uribistas que son trabajadores, puntuales y muy bien acicalados se levantaron para misa de 7:00 am pero antes de todo y con una coordinación envidiable, esperaron la orden de Jaime Arizabaleta para por medio de una fusilada de likes, retuits y clicks, sepultar una a una las columnas de Los Danieles y llevarse la de cuadros.
Esta mañana y como los domingos pasados, los Danieles se levantaron honrosos a imponer sus tendencias y demostrar que aunque hayan sido expulsados del pasquín que todos conocemos, su equipo independiente supo hacerse a un lugar en la primera división del periodismo colombiano. Esta columna la escribo sin afanes de ego, muchos de nuestros lectores saben que LadoB es el medio revelación del periodismo colombiano y que sin duda estaremos alzando algún tipo de trofeo a final de temporada, nos ganáremos nuestro lugar en la A de los medios nacionales.
Volviendo a nuestros viejos y reputados goleadores del periodismo, debo decir que tiene que ser bastante frustrante, el hecho de que estas grandes figuras del oficio, quienes cuenta una trayectoria magna y envidiable, se vean opacados todos los domingos cada vez que Jaime, “El niño destructor de tendencias” y su portal los Irreverentes se llevan la de cuadros poniendo sus columnas en el primer lugar de tendencias en Twitter.
Pienso que sería bueno cuadrar una entrevista en “LadoB” con Los Danieles y preguntarles a qué se debe este fenómeno en el que una figura mediática y activista del Uribismo los barre cada domingo en redes sociales. No es mi intención desprestigiar a Jaime por medio de este artículo, ni tampoco evaluar su columna de una página y media la cual reúne todos los argumentos que el uribismo pregona en contra de FARC, la izquierda y toda la retahíla a la que nos tienen acostumbrados los uribistas. Solo los Danieles tienen la autoridad moral para ejercer una crítica en ese ámbito, esto lo digo por lo que significan sus magnas carreras para el periodismo en Colombia.
Lo único que diré —sin ánimo de desprestigiar otros columnistas— es que me llama la atención sobre todo las escuetas columnas de revista Semana donde sobresalen las escritas por una señora de apellido Nieto. Quien lee a la Nieto se puede dar cuenta de que el periodismo investigativo ha llegado a su fin y que es el periodismo de opinión el que terminó imponiéndose en esta nueva feria barata de pasquines. Este nuevo periodismo de opinión donde supuestamente prima la libertad de expresión, empodera la mediocridad intelectual e impulsa a que cualquiera puede abrir la boca para decir lo que se le dé la regalada gana. Resalta éste por la pereza intelectual de sus escritos, estos columnistas son gente que ni siquiera se preocupan por citar una fuente. Sus fuentes son los whatsapp, las bodegas, los chismes llenos de odio, las tendencias inspiradas en frases fáciles de repetir y las mentiras que se vuelven verdades al mejor estilo de “Joseph Goebbels”, padre de la propaganda nazi.
La columna de Jaime la leí hoy y no quiero entrar a compararla con el Periodismo de un “Titan” como Daniel Samper Ospina, quien en verdad es “Goliat” pero que ante Revista Semana se hace pasar por “David”. Esto lo digo porque cuando Daniel Samper Ospina posa de “Independiente” y no hablo del Independiente Santa Fé, poniéndose la casaca de un equipo de bajo presupuesto como “Los Danieles”, es más que notable y todo el estadio lo sabe; que cuando se quita la de los Danieles al terminar los cotejos lleva por debajo la verde esmeralda del partido verde, el equipo del “Fajardismo”.
Es indudable que tanto en el fútbol como en el periodismo ya no solamente juegan los eruditos que saben mover la pelota; es decir las letras. Los atributos de Jaime alias “El niño destructor” como volante de creación y que todos los domingos se lleva la de cuadros en el principado de las tendencias en Twitter son bastantes distintos. Jaime es rápido y tiene mucho estado físico, trina con sus bodegas desde las 6:00 am a 12:00 pm, y tiene además una hinchada fanática y furibunda que lo alienta sin descanso.
La hinchada de los Danieles por el contrario es diferente, están quienes los insultan por escribir contra Uribe o escribir contra Petro. Es que están en el purito centro del combate, donde ellos han querido atrincherarse, un lugar lamentablemente muy peligroso en la grada porque reciben insultos y agravios desde la izquierda y la derecha. El estadio está lleno y las tribunas tiemblan, “¡Petro! ¡Petro! Gritan por un lado, ¡Uribe! ¡Furibe!” Gritan por el otro. Daniel Samper en el centro del campo acaricia la pecosa en sus pies y mira de reojo la alineación del equipo uribista donde Jaimito se ha ganado la cinta de capitán. Daniel Samper al ver que no la tienen fácil decide hablarle a su número nueve “Daniel Coronell”.
—Tocayo, necesitamos un refuerzo, alguien que le meta miedo al equipo de “el niño destructor”.
— ¿Qué tal si le dices a tu papi que en sus tiempos fue el volante de creación más glorioso del periodismo colombiano?
Daniel Samper se acerca a la tribuna y habla con su padre, quien después de unos ires y venires acepta la responsabilidad de ponerse la camiseta de Los Danieles. Muy rápidamente estampan su camiseta con el apellido Pizano para que se distinga de sus tocayos, le dan la siete por lo de crack y viejo en honor al Pipa de Ávila, figura del América de Cali que le metió un gol a los azucareros siendo un veterano de 40 años. Pizano lo dobla en edad pero todavía en la cancha su calva y el gran porte de su estirpe y apellidos lo hace ver hasta algo sexy.
La locutora Vicky Dávila entra en éxtasis y le informa a su audiencia sobre la vieja y rimbombante figura del periodismo colombiano que está por salir a la cancha.
— ¡Increíble! ¡Impresionante! ¡Última hora!, Daniel Samper Pizano vuelve a pisar las canchas del periodismo en Colombia.
Las críticas no se hacen esperar y los uribistas dicen que está viejo, que debe tener las rodillas oxidadas y que no se espera mucho de él. Sin embargo, el viejo Samper Pizano muestra en sus primeras tres columnas que está intacto, que el tiempo en reposo le ha puesto como al vino, lo ha madurado y que sus letras y columna están más brillantes y ácidas que nunca. Con un enganche en medio de la cancha le hace un ochito a Paloma Valencia y se topa con la defensa del equipo de los Irreverentes y a su máxime insignia, “el Fiscal Barbosa”, tirándole un caño lo deja en el piso y le deja un mensajito escrito a papel en el césped que dice “Renuncie Fiscal”. La tribuna centro-mamerta emocionada hace de Samper Pizano su nuevo ídolo.
La tribuna de los Irreventes furibunda no se queda atrás y gritan cada vez con más fuerza su nueva arenga:
— ¡Glifosato! ¡Glifosato! ¡Glifosato!
Vicky Dávila, la narradora número uno del periodismo colombiano se dispone a enumerar la alineación del equipo de los Irreverentes, mientras Samuel Kaputt sigue escribiendo su columna mirándola de reojo.
—Juegan con una defensa de cuatro: el Fiscal Barbosa hace parejita de centrales con Gabriel Jaimes, Luis Miguel Cotes juega por la derecha e Iván Cancino todavía no tiene lugar ya que no sale de los baños, de volante cinco aparece en mitad de cancha Paloma Valencia, al lado de ella el gordito Ciro Ramírez, de siete por la derecha aparece la crack del dribbling Natalia Bedoya seduciendo con sus enganches a sus rivales de izquierda. En el equipo de Jaime todos juegan por la derecha. De volante número ocho juega “el crack” y poeta Jaime Bayly, como volante diez y capitán del equipo está Jaime Arizabaleta y adelante jugando solo y en punta un delantero que juega de nueve, más peligroso y temido que el mismo “Lucho Suarez” y de apellido Cadena. El director técnico de este equipo de cracks es por supuesto Álvaro Uribe.
El equipo de los Danieles cuenta con una buena presencia femenina: La infranqueable Laura Restrepo juega de arquera, siempre lo ha hecho en el exterior amparada por el exilio. Como único defensa y de líbero juega Antonio Caballero, su defensa es suficiente para meterle miedo y parar cualquier pseudo-periodista con el estilo de su magna prosa y la profundidad de sus apotegmas. El Diez del equipo y capitán es el “Zidane” del periodismo colombiano, la elocuencia e ironía de Samper Ospina quien se baila todos los domingos al gobierno y le ha hecho todo tipo de caños sacando de taquito a las grandes mafias del país. De puntero juega el acérrimo enemigo y destapador de expedientes y escándalos del uribismo Daniel Coronell, un periodista con más puntería que Lewandoski y Falcao juntos.
Finalmente, desde esta silla y escribiendo este artículo de domingo, yo Samuel Kaputt esperando la oportunidad de Los Danieles para ponerme la camiseta de su equipo, y por medio de alguna columna —no solo honrar— sino finalmente reivindicar y dignificar el valor y la importancia de rescatar lo sublime de esta profesión, por el momento me encuentro denunciando y visibilizando esas malas mañas que ha cogido este oficio, desde esta humilde posición.
Samuel Kaputt
Te falto Enrique Santos con sus excelentes columnas y las décimas de Víctor Mallarino.
Los Daniels son lo mejor