El pasado jueves 16 de marzo, fue radicado en el Congreso de la República de Colombia el Proyecto de Reforma Laboral. Este proyecto de ley tiene el propósito de garantizar, proteger, mejorar y reivindicar los derechos de los trabajadores colombianos. Entre otras cosas, busca modificar los recargos dominicales y festivos del 75 % al 100 %, y establecer la jornada nocturna desde las 6:00 p.m. También, prioriza el contrato a término indefinido y disminuir la tercerización laboral, para favorecer la estabilidad laboral.
“Ese mundo sindical que no llega a la mayoría de los trabajadores y trabajadoras de Colombia, debe cambiar a través de la ley. Por una fuerza organizada que pueda velar por todo aquel y toda aquella que gane un salario en cualquier parte del país. Debe velar por el empresario, que al final es donde se desata buena parte del empleo en Colombia, que debe velar porque el campo se pueda modernizar y desarrollar y producir los alimentos, precisamente para que aumente el salario real”, declaró en su discurso el presidente de Colombia, Gustavo Petro.
Una multitud de personas esperan la llegada del presidente de Colombia, Gustavo Petro, para la radicación del Proyecto de Reforma Laboral. Foto: Twitter @petrogustavo
Las “críticas”
Sin embargo, diferentes medios de comunicación y personalidades de la política colombiana han manifestado su inconformidad. Han argumentando que este nuevo proyecto de reforma le hará daño a los trabajadores y empleadores y difunden unas supuestas “consecuencias negativas”. Este sábado 18 de marzo, el expresidente Álvaro Uribe emitió un comunicado donde manifiesta su descontento con el documento radicado ante el Congreso de Colombia.
Reforma Laboral será dañina para los trabajadores y para los empresarios.
Proponemos como alternativa que se promueva un Acuerdo Quinquenal de Incremento Salarial y de Productividad sin complicar más las normas laborales. pic.twitter.com/9sT6R7oe2K
— Álvaro Uribe Vélez (@AlvaroUribeVel) March 18, 2023
Así mismo, el ex-mandatario hizo una declaración pública en un foro realizado por el Centro Democrático en la ciudad de Cartagena. Afirmó que la nueva propuesta apunta a que no se genere empleo formal por exceso de costos. “Nosotros hemos propuesto una economía fraterna de menos impuestos para los empleadores y de mejor remuneración para para los trabajadores; por oposición al odio de clases. Esta reforma laboral ilusiona a los trabajadores y después los frustrará“, dijo Uribe.
Ante estos señalamientos disfrazados de “propuestas”, el actual presidente de Colombia respondió con bastante celeridad. A través de su cuenta de Twitter, le comunicó al exmandatario que le llamaba la atención su propuesta y que compartía su implementación. Sin embargo, aclaró que es un punto aparte de los demás temas propuestos en el documento y no puede reemplazarlos. “No me disgusta la idea de un acuerdo quinquenal para elevar salarios reales de acuerdo a la productividad, lo propuse en campaña y concuerdo con Uribe, pero ese artículo debe figurar en la actual reforma laboral y no sustituirla”, escribió Petro.
Momentos después, el primer mandatario aprovechó la discusión abierta para darle una cátedra al expresidente y sus seguidores más acérrimos. “Deberían reconocer que a pesar de las reformas laborales, que comienzan con la ley 50 en los 90s, y que en general redujeron el salario relativo, no trajeron el fin de la informalidad, esta sigue como la mayor generadora de puestos de trabajo. Siempre escuche como argumento que flexibilizar la fuerza de trabajo, es decir restarle estabilidad al empleo, reducir su salario relativo, traería más empleo. Eso jamás fue cierto”.
En este sentido, el supuesto “aumento del costo en la nómina” denunciando por Alvaro Uribe es un argumento falaz. En realidad, son pocos los empleados a los cuales se les pagan horas extras. Normalmente a los trabajadores se les exige reportar con anterioridad las “horas extras” para hacerlas efectivas. En la práctica, esto es contraproducente porque son pocas las veces en las cuales el trabajador anticipa estos hechos .
Por lo tanto, la idea de que la reforma laboral afecta la generación de nuevos empleos es una forma de perpetuar el sometimiento, la precarización laboral y la normalización de la explotación basada en el “alto desempeño”. Si el éxito económico de una empresa depende del pago de bajos salarios y la elusión de prestaciones sociales, significa que toda su actividad se basa en la explotación laboral del trabajador asalariado. Como bien lo dijo Gustavo Petro, ” La informalidad se supera no bajando los salarios de los trabajadores formales sino empoderando la economía popular, asociandola, brindandole saberes, otorgando credito abundante y barato”.