El mensaje subjetivo de la expresión o lema, potencia de la vida, no solamente está en la fertilidad de la tierra colombiana y la riqueza de su biodiversidad y naturaleza. La potencia de la vida se relaciona con una manera en que Gustavo Petro siente la vida y ha manifestado, tanto simbólicamente como de forma pragmática, su significado.
La potencia de la vida, si bien en el género femenino podemos relacionarla con la capacidad de procrear y reproducir esa misma vida desde una connotación puramente biológica —lo cual puede ser ciertamente criticable—, también habla de la fertilidad del hombre y de su virilidad.
El presidente Petro utiliza una palabra que se repite en sus intervenciones o discursos: es justamente esa capacidad de vivir la vida con “intensidad”.
La intensidad y la potencia de la vida son dos palabras que representan esos deseos del hombre de vivir en júbilo y en un estado de energía, fuerza y vigor permanente.
El ser humano puede entonces darle sentido a ese país, a esa geografía tanto biológica como humana, llena de vida, fertilidad, fuerza, energía, vehemencia, entusiasmo y apasionamiento, que relata la forma en que @petrogustavo asume su relación con la naturaleza y la vida.
De esa manera, se empieza a desentrañar la subjetividad y los mensajes simbólicos que esconde este lema, que hoy, y aún más en la #COP16, toma sentido y valor.
Parte 1 por @samuel_kaputt