Un terremoto político provocó el trámite de la reforma a la Salud en la noche del martes 25 de abril, porque el presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, no solo pidió la renuncia de todos sus ministros, sino que casi una hora después de este primer sismo, vino uno mayor con la declaración del fin de la coalición de Gobierno con los partidos políticos tradicionales.
“La coalición política pactada como mayoría ha terminado en el dia de hoy por decisión de unos presidentes de partido. Alguno de los cuales amenaza a la mayoría de su propia bancada (sic)”, expresó en un hilo de Twitter el jefe de Estado hacia las 10:45 de la noche.
El mandatario señaló, además, que esas colectividades no atendieron su llamado para lograr un cambio y persisten en sus prácticas que tienen a la sociedad colombiana en crisis.
“Las decisiones políticas tomadas hoy demuestran: 1. La invitación a un pacto social para el cambio ha sido rechazada. Quienes se han enriquecido con el uso del dinero público no se han dado cuenta que la sociedad demanda sus derechos y que eso implica el dialogo y el pacto (sic)”, afirmó.
Ante esta situación Petro anunció replanteará la ruta de su mandato, ya que la ciudadanía exige un cambio: “A pesar del voto mayoritario en las urnas que pide un cambio en Colombia este se intenta cerrar con la amenaza y el sectarismo. 3. Tal situación nos lleva a un replanteamiento del gobierno”.
Crisis con los partidos
Esta es la primera reacción del presidente tras pedir la renuncia de todos sus ministros, luego de que se aprobara la ponencia positiva de la reforma a la Salud con un pequeño margen de 10 votos a favor, frente a ocho en contra, en un fuerte debate en la Cámara de Representantes.
Previo, se conoció una declaración Partido Liberal, donde su director, el expresidente César Gaviria, advirtió que los congresistas de esa colectividad deben ceñirse a su mandato de votar negativamente a la reforma a la Salud que plantea el gobierno Nacional o tendrán consecuencias incluso penales.
“Se sancionara a quienes anuncien o promuevan el desconocimiento de tales decisiones. Asimismo, a aquellos que reciban recursos del Estado y cuyo propósito sea vulnerar las decisiones del Partido Liberal Colombiano, en relación con el proyecto en discusión, recibirán sanciones del mismo tipo. Tales conductas podrían ser entendidas como cohecho (sic)”, señala la misiva.
Los conservadores ya habían hecho lo mismo con otro comunicado en el que reiteraba que tampoco apoyaría la iniciativa del Gobierno y que sus congresistas debían votarla negativamente, ya que no se acogieron sus observaciones en el documento del proyecto de ley.
“Consecuente con la decisión tomada por la Bancada Parlamentaria el 11 de abril y ratificada el 18 del mismo mes, de NO acompañar el proyecto de Reforma a la Salud presentado por el Gobierno, es obligación de todos los Representantes a la Cámara y Senadores del Partido Conservador, votar NEGATIVO (sic)”, indicaron.
Casi que al tiempo con el anuncio del presidente del fin de la coalición de Gobierno, y una vez se conoció el resultado de la votación del debate en la Comisión Séptima de la Cámara de Representantes, y de que Petro pidiera la renuncia de todos sus ministros, el Partido de la U anunció oficialmente que también retiraba su apoyo, bajo el mismo argumento: no se acogieron sus observaciones en el texto de la ponencia.
“(Se) hace un llamado a nuestros congresistas para que tengan en cuenta que en la votación del articulado a la Reforma a la Salud, que inicia mañana 26 de abril de 2023, de acoger la decisión tomada por la Bancada (…) en la cual se definió votarlo negativamente teniendo en cuenta que éste no recoge las propuestas presentadas por los partidos de la U y Conservador”, sentenciaron.