El Imperio Romano será una de las civilizaciones más grandes que el universo haya conocido. Es increíble el número de inventos y tradiciones que crearon, las cuales cambiaron el mundo para bien y siguen siendo relevantes hoy día. En este artículo vamos a mencionar algunas de ellas. Tal vez ni siquiera imaginabas que tuvieron su origen en lo que hoy es Italia.
Los arcos
Es conocido por todos que la arquitectura romana es una auténtica maravilla y que los arcos fueron parte fundamental de esta. Si bien los romanos no inventaron los arcos, lo que sí es cierto es que los hicieron tan bellos que siguen siendo objeto de admiración. Los romanos aprovecharon los arcos para construir puentes, acueductos, y hasta el maravilloso Coliseo.
Arco de Augusto, Susa, Italia. Siglo I a. C. (Creative Commons)
Aun con la caída del Imperio Romano, los arcos han resistido el paso del tiempo y podemos seguir disfrutando de ellos en construcciones mucho más modernas. Por ejemplo, en las construcciones de la Edad Media, la cual comenzó justo después de la caída de lo que quedaba del Imperio en Occidente.
Las apuestas
Las actividades deportivas y los juegos de mesa se han masificado y forman parte de nuestra cultura popular. La gran popularidad que han cobrado las actividades deportivas, por ejemplo, hna llevado a que las personas le pongan un poco de picante a los partidos por medio de las famosas apuestas deportivas. Sin embargo, esto no es tan nuevo ni tan original como podríamos pensar. Podemos ubicar las apuestas en el Imperio Romano gracias al juego Ludus Duodecim Scriptorum, el cual es muy parecido al Backgammon.
Carrera de cuadrigas. Mosaico de la Villa Romana del Casale (© José Luiz Bernardes Ribeiro/CC BY-SA 4.0)
Es posible que las apuestas sean tan antiguas como la misma humanidad, pero sin duda la tecnología ha hecho que su popularidad no disminuya y que, muy por el contrario, siga creciendo. Y es que hoy en día ni siquiera se tiene que estar en el evento. A través de las apuestas en vivo se puede apostar a cualquier partido con información y datos al momento para tomar las mejores decisiones sobre dónde colocar el dinero, sin siquiera tener que visitar una casa de apuestas física, ya que todo se puede hacer desde el ordenador, tablet o smartphone.
Los sistemas de conducción de agua
Los acueductos romanos llevaban agua fresca a las ciudades, pero los drenajes llevaban los desechos humanos fuera de ellas. Los baños y drenajes romanos dejan bastante claro que eran una sociedad que tomaba bastante en serio la higiene personal y la salud pública. Tanto Roma como otras grandes ciudades del Imperio tenían un sistema de drenaje bastante complejo.
Si bien hoy en día se cuentan con sistemas mucho más avanzados, la sola idea de que era posible evacuar los desechos humanos de una metrópoli es algo que cambió el mundo. Fue así hasta tal punto, que los sistemas de alcantarillado romanos permanecieron casi intactos hasta que llegó el Siglo XIX.
Tubos de plomo romanos de conducción de agua, con inscripción correspondiente con RIB 2-3, 2434,1: Imp(eratore) Vesp(asiano) VIIII T(ito) Imp(eratore) VII co(n)s(ulibus) Cn(aeo) Iulio Agricola leg(ato) Aug(usti) pr(o) pr(aetore) (Creative Commons/Wolfgang Sauber)
Las carreteras
Bien dice el dicho que “Todos los caminos llevan a Roma”, y la frase no solamente hace referencia a lo vasto que era el Imperio, también hace alusión a que los romanos inventaron las carreteras. En aquel tiempo la creación de caminos estaba pensada desde un punto de vista militar y de desarrollo económico, pero quedaron tan bien hechos que hoy en día todavía existen algunos para ser admirados.
Red de carreteras del Imperio romano bajo la regencia del emperador Adriano (Dominio público)
En las carreteras romanas había señalización y hasta su propia policía para cuidarlos, dos conceptos indispensables en nuestra vida de hoy en día. Fueron decenas de miles de kilómetros los que se construyeron, y muchas carreteras europeas están trazadas sobre las mismas rutas que seguían los antiguos romanos.
Imagen de portada: Foro romano. Monumentos de la antigua Roma. (Creative Commons/J. Miers)