Por: Guillermo Morán Robledo. (@GuillermoMoran1 en X)
Bogotá. No es necesario ser un experto en arte para disfrutar una obra, ni conocer a fondo a un artista para quedar cautivado por su creación. A veces basta con detenerse frente a uno de sus trabajos para que se abra un mundo nuevo, uno que nos permita entender su valor y reconocer su lugar en la historia de un país.
Vidas de artistas – Crónicas del arte colombiano, es un libro recopilatorio de las crónicas escritas por Fernando Gómez Echeverri a lo largo de su carrera como periodista, un camino que lo ha convertido en uno de los comunicadores que mejor ha sabido mirar, escuchar y narrar el arte en Colombia. En sus páginas, Gómez reúne encuentros, reflexiones y detalles reveladores de los creadores que han marcado el rumbo del arte nacional en los siglos XX y XXI.
Este libro no está escrito para expertos; está pensado para cualquiera que disfrute de una buena historia, de una narración envolvente que atrapa desde la primera página.
A lo largo de sus crónicas, Gómez consigue acercar el arte colombiano a todo tipo de lectores, sin tecnicismos ni solemnidades, pero con la riqueza de los detalles y las curiosidades humanas que solo descubre quien sabe observar. Este libro, es el resultado de la mirada atenta y del instinto narrativo de un periodista curtido en el oficio y apasionado por la vida y obra de los artistas.
Vidas de artistas – Crónicas del arte colombiano inicia con el relato de Débora Arango, una crónica que Fernando publicó en 2013 en la desaparecida revista Gatopardo. En menos de diez páginas, el autor logra retratar a una artista adelantada a su tiempo, incomprendida y desafiante frente a los límites impuestos por su época. Gómez Echeverri reconstruye parte de la vida de una mujer que enfrentó la censura, la crítica moral y el peso de una sociedad profundamente conservadora que no supo entenderla. Débora Arango no solo rompió los moldes del arte colombiano, sino también los de una cultura que la quiso silenciar. Como pasa en muchos casos, su reconocimiento y valor, empezaron a ser más fuerte después de su muerte.
Madona del silencio ca.1944 – Museo de Arte Moderno de Medellín
En este libro los lectores encontrarán detalles de la vida de Fernando Botero, Débora Arango, Antonio Caro, Leo Matiz, Doris Salcedo y otros genios que Fernando tuvo la fortuna de entrevistar. “Ellos han sido nuestro Renacimiento”, afirma el escritor.
Gómez, quien es el director de la Revista Bocas sostiene que desde que empezó a escribir ha intentado acercar a los lectores al arte y transmitir esa emoción y pasión que él siente por el arte. “Gracias al arte he sido más feliz. El arte colombiano es supremamente poderoso, pero el país no ha estado a la altura de sus artistas”.
Cuando se le pregunta a Fernando por su historia favorita dentro del libro, duda unos segundos antes de responder, porque —como él mismo admite— elegir una entre tantos genios le resulta difícil. Sin embargo, finalmente se inclina por la historia de Antonio Caro, el artista conceptual colombiano autor de obras como “Colombia Coca-Cola”; el nombre del país escrita con la tipografía del famoso refresco, y la apropiación de la firma del líder indígena Quintín Lame.
En esta crónica los lectores se encontraran con una anécdota tan curiosa como incómoda para el propio artista. El escritor plasma en letras como en una ocasión, Caro fue detenido a la fuerza por el grupo de escoltas del presidente venezolano de la época Carlos Andrés Pérez, quienes, sin saber quién era, lo confundieron con un sospechoso por su atuendo sencillo y despreocupado.
En Vidas de artistas no podía faltar Fernando Botero, el pintor y escultor más reconocido de Colombia y quien falleció en el 2023. Fernando era uno de los personajes más difíciles de abordar para cualquier periodista; su carácter reservado y su tendencia a las respuestas breves —a veces apenas monosilábicas— lo convirtieron siempre en un reto para quien intentara descifrarlo más allá de su obra.
Sin embargo, eso no fue un obstáculo para Fernando Gómez quien con paciencia de cronista y el respaldo de años de material recopilado, logró construir un perfil que revela a un Botero íntimo, y complejo, muy distinto a la figura distante que suele proyectar el mito.
“En muchas partes del mundo existe el adjetivo boteriano —dice Gómez—, y resulta impresionante que acá, donde nació su mirada y su estilo, no se le ha dado la importancia que realmente tiene.”
En Vidas de artistas, Fernando Gómez también dedica páginas memorables a creadores como Edgar Negret, Omar Rayo, Sair García, Carlos Jacanamijoy, Bernardo Montoya, Natalia Castañeda y María Fernanda Cardozo, entre otros nombres que conforman el mosaico del arte colombiano contemporáneo. Todos estos artistas, desde sus distintos lenguajes y obras, comparten algo esencial —una confianza interior y un hambre por sobreponerse— que, como dice Gómez, los lleva a vencer cualquier adversidad.
Vidas de artistas – Crónicas del arte colombiano está disponible en las principales librerías del país.