Senador del Atlántico, 1991, cuatro letras.
Por: La Hemeroteca Política Uribista (@LaHPUribista)
El análisis de de un documento desclasificado de la embajada Estados Unidos permite relacionar a un prominente cacique/sultán de la Costa Caribe con diferentes hechos ligados al narcotráfico en la década de los 90. Desde entonces su influencia, y la de su familia, se ha incrementado al punto que ya piensa estampar su apellido en la presidencia de la República. El público merece conocer los hechos que han sido ocultados/ignorados durante los últimos 30 años.
Me gustan los crucigramas. Me gusta la simpleza de algunas de las pistas que construyen los crucigramólogos y lo ingenioso y rebuscado de otras. En este momento, por ejemplo, se me viene a la mente “China capitalista del norte”, 6 letras. Pasé horas sin encontrar la respuesta: Taipei, seis letras, pero está al sur; Hong Kong, 8 letras, también al sur. Tuve que esperar a la respuesta del día siguiente, el conocimiento de la respuesta solo era posible para alguien que hubiera vivido en Bogotá: gomela.
Muchos años después me encontré con una pista similar. También del norte, también “capitalista”, pero no de China, sino del Atlántico. A mi favor, esta vez, tenía más información para completar los espacios: se posesionó senador en 1991, su familia es dueña de “algo” que es de los más grandes de Colombia; y tenía una importante ventaja a mi favor: solo cuatro letras. Esta vez no estaba sobre las páginas de un periódico, sino en la pantalla de mi computador. Había llegado ahí por mi innata curiosidad. Estaba navegando en el National Security Archive (una plataforma en la que se publican documentes desclasificados del gobierno estadounidense), buscando específicamente sobre el Matarife, nuestro querido expresidiario, Álvaro Uribe Vélez.
Eventualmente llegué a un especial publicado en mayo de 2018. El título del artículo, que contextualiza una serie de documentos recién desclasificados y publicados en el portal, es «Narcopols»: Medellín Cartel “Financed” Senate Campaign of Former President Álvaro Uribe, Colombian Senators Told U.S. Embassy, que vendría siendo en español: “Narcopolíticos”: el Cartel de Medellín “financió” la campaña al senado del expresidente Álvaro Uribe, afirmaron senadores colombianos a la embajada de USA. El especial se compone de 9 diferentes documentos, que animo a todo el que esté interesado que los lea, en los que está mencionado nuestro querido exdignatario y muestran cómo el astuto político con cara de seminarista se fue ganando el favor de los gringos: desde una inicial aprehensión, a finales de los 80’s; hasta lograr su favor (que conserva el sol de hoy), a mediados de los 90’s. Tal vez en otra oportunidad escriba al respecto.
En todo caso, dos documentos de los nueve llamaron inicialmente mi atención. Los titulados justamente como el artículo “Narcopols” (que sería la contracción de Narco Politicians, las comunicaciones diplomáticas están plagadas de este tipo de contracciones). Ambos de 1992, ambos con el mismo título, pero con diferente fecha: el primero, del 24 de enero; y, el segundo del 24 de abril. Se tratan de dos versiones de un mismo documento, la versión de abril fue actualizada y ampliada con respecto a la de enero, por tal razón me remitiré a ella. Usted la puede ver completa aquí (si desea una explicación detallada sobre el documento original puede leerlo al final de este artículo).
El cable es un listado elaborado por la embajada sobre políticos con vínculos con el narcotráfico. Los clasificaron en cuatro categorías (A, B, C y D), siendo la primera en la que se agruparon a aquellos con las relaciones más sólidas, evidentes y probadas. Además, los narcopolíticos, fueron segmentados por cargo dentro de cada categoría (senadores, representantes y gobernadores). Pues bien, el primer político de la categoría A, en el grupo de senadores, aparece con su nombre completamente censurado, pero su entrada contiene un par de detalles que me evocaron esas pistas que elaboran los crucigramólogos. Pueden ver el fragmento a continuación:
He subrayado las “pistas” que dejaron libres los censores del documento:
⦁ Sabemos que era senador en 1991.
⦁ Afincado en el departamento del Atlántico (“BASED OUT OF ATLANTICO DEPARTMENT”).
⦁ Sabemos que es hombre (“HE”).
⦁ Su apellido es de 4 letras (pueden comparar el tamaño del espacio censurado con las palabras que están en la misma línea: “SEEN” de 4 letras y “BOXES” de 5. El tipo de letra utilizado tiene la particularidad que todos los caracteres ocupan el mismo espacio horizontalmente).
⦁ Su familia es dueña de “algo” que es “uno de los más grandes de Colombia” (“HIS FAMILY OWNS THE [CENS] ONE OF COLOMBIA’S LARGEST”)
Supongo que ya sospechan a quién corresponde esta entrada, y si no, al menos, a qué familia pertenece. Pero antes, es pertinente analizar la información por la cual el character, dirían los gringos, se encuentra en tan distinguida categoría.
Pueden ver numeradas, en la siguiente imagen, las siguientes afirmaciones:
⦁ Desde abril de 1990 hay documentos que lo implican en el lavado de dinero, incluido el decomiso de USD 1’351.328 en Miami (hago un llamado a los periodistas que tengan fuentes o acceso a documentos judiciales y policiales en Florida o en agencias federales para que indaguen sobre esa cantidad tan precisa $1’351.328 en los registros de los años 1990-1991).
⦁ En diciembre de 1990 se afirma que introdujo cocaína a Miami usando envíos de productos para bebé.
⦁ Una fuente confiable afirma haber visto a [CENS] importando cajas de narco dólares a Colombia en avión privado.
⦁ Como político tradicional de la Costa, las actividades de [CENS] también se han extendido a la compra de votos y otras actividades cuestionables.
Antes de resolver el crucigrama, vamos a mostrar a otros de los ilustres que aparecen en el listado, el último, Edgardo Vives Campo, tiene un fragmento que es fundamental para rellenar correctamente el nombre de nuestro character. Veamos: José Antonio Name Terán, Carlos Nader, Alberto Santofimio Botero, Álvaro Uribe Vélez (faltaba más) y el susodicho Vives Campo.
Analizando estos casos concretos, se pueden sacar dos importantes conclusiones para rellenar el crucigrama: primero, los nombres están dispuestos con los apellidos en primer lugar, luego una coma y finalmente el nombre (o nombres); segundo, en todos los elementos del documento, cuando no está completamente censurado el involucrado, aparece un “hueco” que, salvo para el caso de Vives, también está censurado. Dicho hueco corresponde, como se puede ver, al código NADDIS, que es el Sistema de Información de Narcóticos y Drogas Peligrosas (Narcotics and Dangerous Drugs Information System), que es operado por la DEA. Este código es un indicador único bajo el que se organiza la base de datos de la agencia “antinarcóticos” de Estados Unidos (Sí señores, Uribe tiene un código único que lo identifica en esa base de datos, ¿alguno lo sabe o puede conocerlo?).
Pues bien, para rellenar correctamente el crucigrama, y para que no diga nadie que hice trampa, lo mejor es separar el abanico competo de caracteres dentro del mismo cable, de la A a la Z más la coma, los paréntesis y el apóstrofe ’ (que se sugiere por el genitivo inglés relativo a las actividades de nuestro entrañable personaje en la afirmación 4, es decir: “[CENS] ACTIVITIES” (las actividades de [ ]). Acá pueden ver los elementos necesarios para ponerle nombre al character (la falta de las letras GJQVWXYZ no fue por pereza, hice todas las demás, pero simplemente no eran necesarias):
Ya tenemos todos los elementos, ahora rellenemos los espacios:
El aspecto del documento no es el mejor por los contornos escarlatas que usé, pues bien, esto es lo que pasa cuando se quitan esos contornos:
El último hueco que rellené, “Olimpica Supermarkets SA”, no es claro si lo deduje de manera correcta, el incremento de espacios complica un poco el crucigrama. En todo caso, una cosa es segura, un sustantivo DEBE aparecer en el hueco, ya que la frase termina “ONE OF COLOMBIA’S LARGEST”, es decir, eso que es uno de los más grandes está ahí. Pensé que podría ser el Junior Football Club, pero la falta de interés de los gringos por ese deporte a inicios de los 90 y el hecho de que dijeran “LARGEST” y no “GREATEST” me inclinó por aquello con lo que más se asocia los Char, además de la compra de votos: los supermercados Olímpica.
A Fuad Char le fue retirada la visa en medio de un doloroso drama familiar. Solo existen tres causas para ello: ser miembro de un grupo terrorista internacional, tener alguna enfermedad contagiosa incurable y narcotráfico. Después de lo leído ¿por cuál de las tres creen que se la quitaron a Char?
El señor Char y su cohorte podrá decir que ahora si tiene visa y que puede viajar o lo que quiera. Sin embargo, ¿por qué aparece su nombre censurado y el de otros pesos pesados como Santofimio, Name, Nader o Uribe no? No puedo probarlo, pero supongo que el señor, eventualmente, llegó a algún tipo de entendimiento con ellos, seguramente habrá tenido que aportar información y dinero (no necesariamente en ese orden).
CODA:
Fuad Char y su casa, la dictadura del sultanato, ha sido desde el comienzo uno de los principales apoyos que ese pequeño gigante que es Álvaro Uribe Vélez, “El Viejo”, “El #82”, “El Matarife”, ha tenido desde la carrera que lo encumbró en 2002. Pues bien, en esta entrevista de marzo de 2002, Joseph Contreras (coautor junto a Fernando Garavito de un libro que debería ser de lectura obligada en Colombia: El Señor de las Sombras: biografía no autorizada de Álvaro Uribe Vélez) le preguntó al entonces candidato presidencial por los apoyos de un personaje como Char:
J.C: Questions have been raised about some of your political allies. The U.S. State Department rescinded the visa of Sen. Fuad Char because he was suspected of laundering money. (Han surgido preguntas sobre algunos de sus aliados políticos. El Departamento de Estado canceló la visa del senador Fuad Char por sus sospechas sobre lavado de dinero)
AUV: Fuad Char voted in favor of permitting the extradition of drug traffickers wanted in the United States. Fuad Char is an honorable man in his public and private lives. (Fuad Char votó en favor de permitir la extradición de narcos buscados por los Estados Unidos. Fuad Char es un hombre honorable en su vida pública y privada)
Pero Contreras, conocedor del prontuario de Alvarito, siguió presionando: le recordó los precursores para la coca incautados a una empresa perteneciente a su mano derecha, nunca mejor dicho, en la gobernación y en los primero momentos de su presidencia, Pedro Juan Moreno; su apoyo al programa Medellín sin Tugurios, cuando fue alcalde de la ciudad; y, finalmente, su pasado en la Aeronáutica Civil. En ese momento ya no pudo sopórtalo más y entró en un estado en que suele entrar cuando le tocan esos temas:
J.C: Your deputy at the aviation authority was a man named Cesar Villegas, later sentenced to five years in prison for his links to the Cali cartel and murdered earlier this month… (Su lugarteniente en la Aeronáutica fue un hombre llamado César Villegas, quien después fue sentenciado a cinco años de prisión por vínculos con el Cartel de Cali y asesinado a comienzos de este mes…).
AUV: I refuse to accept that you foreign correspondents come here to ask me these kinds of questions and repeat slanders made against me. All I say is this: as a politician, I have been honorable and accountable. We have nothing else to discuss. (Me rehúso a aceptar que ustedes, periodistas extranjeros, vengan acá a hacerme preguntas de este tipo y a repetir calumnias dichas en mi contra. Todo lo que voy a decir es esto: como político, he sido honorable y responsable. No tenemos nada más que discutir)
Pues tiene toda la razón. Honorable, igual que Char.
APÉNDICE
Como todo cable diplomático, éste inicia con un breve resumen que vendría a decir algo como:
Este cable es una versión actualizada de la referencia B y contiene varias correcciones. Una revisión de los registros de la DEA y el Departamento de Estado [censurado] indica que 20 de 100 senadores, 8 de 161 representantes y 4 de 27 gobernadores (el 11% de los cargos electos en las elecciones de octubre de 1991) son sospechosos de tener vínculos con narcotraficantes.
En algunos casos, la evidencia es débil, indicando “relación” a una extensión indeterminada con narcos o aceptación de turbias aportaciones a las campañas, una práctica prácticamente universal en la política colombiana. Sin embargo, en otros casos, las relaciones implican pago de condenas en USA y notorias acusaciones judiciales en USA y Venezuela. Un senador, Samuel Escurceria Manzi, es descrito como “fugitivo armado y peligroso”
Y continúa con una “Introducción y análisis”, dentro de la cual se puede leer:
A pesar de estas figuras preocupantes, las elecciones de octubre vieron, de hecho, algún progreso en la limpieza de la política colombina [sí, cómo no]. Muchos barones electorales liberales y conservadores, aquellos más propensos a recibir peticiones de los narcos, vieron disminuidos su votación, dejando a algunos sin poder regional. [Después describen el caso de Alberto Santofimio, pero no es de particular interés, ya que sus relaciones son bien conocidas]. Si este patrón se sostiene en el tiempo, podría disminuir la influencia de los narcos en el congreso y los departamentos, especialmente en las zonas infestadas de la Costa Norte y Antioquia. En el corto plazo, sin embargo, la importante presencia de políticos narcoinfluenciados representa una amenaza continua. De hecho, en una conversación del embajador, el ministro de defensa Rafael Pardo, sin una explicación detallada, calificó al congreso actual inclusive como más receptivo que cualquiera de los anteriores las presiones de los narcos.
Finalmente, detallan someramente el origen de la fuente (permanece censurada en el documento desclasificado) y presentan la forma en la que clasificaron a los diferentes narcopolíticos.
La fuente principal de información de los políticos relacionados con el narcotráfico es [censurado] sin embargo, es una base de datos y no constituye juez o jurado. Hemos separado los políticos en 4 categorías: la A contiene políticos con relaciones sólidas e históricas con el narcotráfico o apoyo de éste; la B contiene a aquellos con informaciones contradictorias, una amplia acusación sin seguimiento posterior o sin patrón de actividad. La categoría C aplica para políticos homónimos con sospechosos de narcotráfico pero debido a la falta de información, como fecha de nacimiento, apellidos maternos, y ocupación no es posible confirmar que sean los mismos sospechosos. La categoría D pertenece a aquellos políticos que no poseen registros de la DEA, Departamento de Estado [ ], pero que son parientes cercanos de narcos conocidos. (NOTA: las categorías C y D no fueron tenidas en cuenta para hacer los cálculos de narcopolíticos presentados en el resumen).