Cocina y Emancipación en el Chocó – Cultura y Etnografía

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Arusí, chocó
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Desde hace un tiempo cuando realicé una visita al corregimiento de Arusí y pude estar en su comunidad, despertó mi interés como periodista y etnólogo, por acercarme a conocer y comprender más a fondo este invisibilizado pueblo costero de mi país, ubicado en el departamento del Chocó al occidente de Colombia sobre el Océano Pacífico. La región del Chocó, desde un punto de vista étnico y cultural es una de las más ricas del continente debido a su exuberante biodiversidad. De otro lado, su riqueza cultural es expresión de su diversidad étnica, en el Chocó conviven comunidades negras, indígenas y mestizas establecidas desde hace varios siglos a lo largo de sus ríos y en sus costas. 

Paradójicamente, el Chocó es una de las regiones más pobres de este país. Con el objetivo de plasmar una primera descripción somera, acerca de las complejidades y contradicciones que se manifiestan en esta región, podemos evidenciar principalmente que sus altos índices de pobreza son consecuencia de la desatención estatal, esta misma está relacionada con un legado colonial que  vemos representado en términos demográficos. Por ejemplo en Chocó los afrodescendientes representan actualmente más del 90% de la población del departamento. En el Chocó biogeográfico habitan alrededor de 1.500.000 personas, de las cuales los indígenas, mestizos y blancos representan solo el 10%. La pobreza del Chocó la vemos representada principalmente en sus altos índices de desempleo y en los conflictos internos relacionados con paramilitares, guerrillas, pandillas insurgentes y guerras entre bandas de narcotráfico. En el norte de Chocó su línea costera es una de las rutas preferidas por los narcotraficantes para sacar la coca a Panamá y de ahí comercializar internacionalmente el apetecido y llamado “oro blanco”.  

En este intento por resumir las características y dinámicas sociales, económicas y culturales que hacen del Chocó una de las regiones más pobres de este país, me he encontrado con un documento del Banco de la República de Colombia y su autor, Jaime Bonet, que intenta responder justamente la pregunta, del por qué es el Chocó una de las regiones más pobres del país. He quedado algo sorprendido al leer los argumentos expuestos por el Bonet, pues estos no se alejan de perspectivas hegemónicas y plantean una lectura y reflexión superficial acerca de las diversas y complejas dinámicas que han perpetuado la pobreza y con ella su profunda relación con la violencia, el desempleo, las precarias perspectivas laborales y el bajo acceso a la educación del departamento.

El estudio de Bonet atribuye la pobreza del Chocó a distintos factores; por ejemplo a la debilidad de sus instituciones a causa de un legado colonial, a su vez hace hincapié en el hecho de que las características geográficas y climáticas afectan la productividad, aumentando así los costos de transporte y aislando al departamento de las zonas más comerciales del país. De igual forma se hace referencia a la baja dotación del recurso humano chocoano, sin plantear una mínima reflexión crítica sobre la bajísima inversión en educación en este departamento. Igualmente mencionan que la principal actividad económica del Chocó, la minería, tiene poca participación y genera poco valor agregado para Colombia. Por último resaltan que para desarrollar la región se requiere de inversión en estructura social y física departamental para mejorar el recurso humano y así superar el aislamiento de las ciudades y regiones más comerciales de Colombia. Para el Banco de la República de Colombia el Chocó debe superar los altos costos de transporte e integrarse a la economía colombiana. Es bastante importante para esta investigación dialogar con las distintas perspectivas que tienen las instituciones de Colombia sobre la extrema pobreza de regiones y departamentos como este.

Arusí nace así como una piedra preciosa escondida en una costa del mar chocoano del golfo de Tribugá y en agosto por sus cálidas aguas pasan apareándose las ballenas. En esta comunidad existe un grupo de mujeres que lideran proyectos económicos y culturales, a su vez ellas como lideresas participan y manejan buenas relaciones con las personas externas a Arusí, y por supuesto también con los turistas. Desde que he desarrollado mi relación de contacto con las lideresas, la cual, a pesar de la distancia, hemos conservado por whatsapp, he podido ser testigo del gran interés que existe en ellas por hacer conocer al mundo esta población: Arusí. En esta investigación, conoceremos proyectos y procesos económicos y culturales agenciados por las lideresas, a su vez seremos testigos de sus  acciones y concepciones políticas, a estas en la investigación les atribuimos un carácter y valor emancipatorio. La política no es algo menor en Arusí, en una de mis primeras conversaciones con las lideresas pudimos dialogar acerca de sus inclinaciones políticas. Mi primera sorpresa fue darme cuenta que acompañan al partido de izquierda de Colombia Pacto Histórico, el cual ha conseguido la presidencia de la República el 19 de junio de este año 2022, de la mano del presidente y líder de la izquierda, Gustavo Petro. Un referente para esta investigación será Francia Márquez, nueva vicepresidente de Colombia, una mujer afrodescendiente y reconocida líder social en el país. Francia tiene un rol muy importante pues simboliza las luchas históricas de los pueblos afrodescendientes, marginados históricamente a través del racismo estructural. Las luchas de Francia Márquez y el camino que se forjó en la política de este país ha sido fundamental para acompañar e inspirar estas comunidades periféricas, marcadas por un pasado colonial que en contexto del capitalismo sigue expresando la profunda marginación social que ha mantenido oprimido el digno desarrollo social, cultural y económico de estas comunidades y pueblos periféricos por parte del Estado Colombiano.

La cultura de Arusí no solo se presenta sino que emerge desde la cocina, en este espacio convergen la mayoría de las representaciones simbólicas y se manifiesta el prisma que compone el universo cultural de esta comunidad. La cocina es como un caleidoscopio para observar la reproducción de saberes, las creencias, intereses y necesidades de la comunidad. Vamos a concordar que la cocina funciona como espacio social de producción de sentido. Este mismo espacio debe ser reinterpretado para no solo comprender el rol transversal que tiene a todas las actividades y dinámicas de la comunidad, sino que en su vivencia o experiencia, como (ritual social) incorpora, reproduce y relaciona todas las dinámicas de la comunidad y su territorio. En este sentido se distingue la emancipación por emerger en la cocina, en la comida y la culinaria, ya que todo el conocimiento económico, natural, cultural y ancestral de la comunidad se expresa, reproduce y transforma en ese espacio y en las dinámicas y saberes que lo componen como rito social. 

El Chocó es una región muy rica culinariamente, incluso tienen festivales gastronómicos, este departamento nos permite conocer su cultura por medio del significado que tiene para la comunidad como bien se ha dicho, su cocina. En Arusí la cocina es entonces epicentro de su producción cultural, allí mismo se alimenta su tradición oral y se reproducen las historias que componen y reproducen sus identidades y cosmovisiones.

El empoderamiento comunitario es una consecuencia del conocimiento, la capacidad de las personas y grupos sociales de ser autónomos y creativos para transformar su propio contexto. Se empodera principalmente cuando se conquistan los derechos y dignidades de los pueblos, por ejemplo el derecho a la energía para los habitantes de Arusí es un privilegio. En Arusí por la falta de energía algunas familias están dotadas de plantas eléctricas, esto por supuesto es un gran privilegio dentro de la comunidad. Pero la energía no se compara con el gran vacío que deja la precaria educación y perspectivas laborales de Arusí, esto lamentablemente es una realidad que compone la parte más oscura y limitante para la comunidad. Ese bajísimo acceso a la educación y la cultura termina afectando también notablemente cualquier tipo de desarrollo cultural, social o económico que la comunidad pueda pretender. Sin embargo, en estos procesos emancipatorios y disruptivos, Arusí como microcosmos representativo de diversas comunidades del pacífico chocoano, nos invita a reconocer liderazgos femeninos emergentes que están transformando estos territorios y nos están contando nuevas historias.

Dentro de esta comunidad existen algunas lideresas de las que he venido hablando y son las protagonistas de esta historia e investigación. Ellas pertenecen al grupo que se hace llamar “La Batea”, tres mujeres que se han unido para impulsar y desarrollar nuevas formas de sustento económico, dinamizando sus relaciones con el mundo exterior y apoyando sus propios emprendimientos con el objetivo de generar ingresos y acciones de valor que terminan generando bienestar para la comunidad de Arusí. 

El aislamiento y desconexión de Arusí con el establecimiento y el abandono que las políticas públicas del país tienen para con estos territorios, demuestra la necesidad de que las personas de la comunidad reconozcan como primordiales los proyectos de crecimiento económico. Es por esto que existe un gran interés de la comunidad por conectar con el mundo externo. 

En esta investigación pretendemos principalmente visibilizar las estrategias comunitarias que las lideresas de Arusí están realizando disruptivamente con el ánimo de superar la carencia de posibilidades de producción económica, así como de desarrollo social y cultural de su comunidad. Nos mueve el interés por entender cómo en Arusí se están gestando procesos económicos y culturales de carácter emancipatorio, que dinamizan y transforman las mismas dinámicas y realidades de la comunidad. 

Este tipo de estudio y búsqueda está ceñido a lo que la Doctora Ferrarini llama como políticas emancipatorias, donde se trabaja la “proposição de formas alternativas de produção da vida material e social” (2006). Su artículo “Corpo e emoção na produção de conhecimento científico: uma experiência de pesquisa sociopoética com trabalhadores da economia solidária” es un punto de partida para esta investigación. Asimismo la doctora Ferrarini habla de unos “Setores populares começaram a se organizar em torno de experiências coletivas de geração de trabalho e renda como forma de subsistencia”. Este tipo de dinámicas las venimos describiendo y experimentado en Arusí, tenemos el ejemplo de la autonomía y autogestión, que nace desde una emancipación autónoma y femenina, un útero que es la cocina, pero que a su vez organiza el mundo en torno a ella, recoge y expresa las identidades y la cultura, las reproduce; ella es también la cuidadora de la comunidad, y una embajadora que regala y expone lo más hermoso de su territorio y cultura. 

Con el foráneo, el primer contacto que se da es por medio de la comida, ahí nace una conversación que lleva a un intercambio cultural de significados. Desde el rol de las lideresas se distingue su capacidad por comunicar y ser conscientes del significado, valor y riqueza de su territorio. 

Autor: Samuel Kaputt

Ensayo – Doctorado en Sociología

Antropólogo y Periodista


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