La historia olvidada de los colonizadores españoles en Norteamérica

0
Compártelo

La Historia oficial dice que los colonizadores españoles en América se centraron en el territorio desde México hasta el extremo de América del Sur. Durante siglos, existió la interrogante de por qué los españoles no decidieron tratar de conquistar terrenos más alejados, hacia el norte. Artefactos encontrados y pertenecientes a los siglos XVI, XVII y XVIII traen ahora una nueva luz a este tema. 

 

Es conocido que los españoles reclamaron los territorios en lo que es hoy parte de los Estados Unidos de América. En el siglo XVI, habían explorado la zona sur del país. Por ejemplo, en Florida, el fuerte de San Agustín fue fundado por españoles en 1565. El impacto español es evidente hoy en día al presenciar el catolicismo romano presente en esa región. Los españoles también habían influenciado la economía en esta zona y atacaron los lugares de nativos americanos. 

 

Hay tres conocidos conquistadores que exploraron las partes meridionales de los EE.UU.: Juan Ponce de León, Hernando De Soto y Francisco Vázquez de Coronado. Parece mentira que los españoles, conocidos como grandes conquistadores, dejaron de explorar el continente debido a la dominación británica. ¿O quizás lo hicieron?

 

Galeones españoles dos (o más)

El misterio más grande viene en forma de dos naufragios de galeones españoles descubiertos en la costa de Oregón, cerca de la desembocadura del Río Columbia. No hay informes oficiales españoles sobre expediciones perdidas o naves en esta zona. Se cree que también hay otro Galeón perdido en esta región, pero no ha sido localizado.  Hay especulaciones sobre varias otras naves perdidas en el área y aún más cerca a Alaska, aunque ninguna de ellos se han descubierto.

La primera nave se perdió en 1694 y la segunda en 1735. Los galeones españoles navegaron por el norte por primera vez en 1542. Algunos documentos muestran que con el tiempo viajaron a la isla de Cortés, que tiene un nombre que refleja la presencia española. También fueron a Columbia Británica y al principio del nuevo siglo a Alaska.

 

Los restos del naufragio de 1694 son conocidos hoy en día debido a los enormes bloques de cera de abejas que formaban parte de su carga. La cera fue transportada para ser convertida en velas en una de las iglesias españolas, pero nadie sabe cuál. Fue excavada en la arena de la playa cerca del lugar donde se encuentran los restos del naufragio.

Los galeones descubiertos están ambos bien conservados. La nave que se hundió en 1725 es conocida porque uno de los sobrevivientes tenía un hijo que escribió la historia.

Él explicó que era un hijo de un navegante que llegó cerca del Río Columbia en un galeón que se había hundido. Su padre vivió con los nativos americanos locales por un tiempo y luego tomó la decisión de viajar cerca del río para encontrar otros europeos. La historia oral local dice que la mayor parte de los soldados españoles que sobrevivieron a la catástrofe murieron durante una batalla en la costa.

Una batalla legendaria

En la Columbia Británica, una leyenda sigue viva conectada con el territorio de la parte sur del Valle de Okanagan. Se habla de una lucha entre soldados y nativos españoles en el valle Similkameen. Según los libros oficiales de historia, el primer momento en que la gente del valle se encontró con los europeos fue en el 1811.

Sin embargo, la historia oral local describe a hombres blancos con cascos y armaduras extrañas, montando algo que ellos llamaron ” elk ”. (Los caballos eran desconocidos para las personas que vivían en el Valle Similkameen en esos momentos.) El nuevo pueblo se dice que estableció un campamento cerca del pueblo nativo, que se conoce como Keremeos hoy en día. La historia coloca este evento antes de mediados de 1700. Se dice que los blancos mataron a varios nativos y trataron de hacer que los demás sean sus esclavos.

En 1863, una construcción de madera que fue datada con más de 100 años de antigüedad fue descubierta por los exploradores en el lugar de un posible campamento español. Se parece a un espacio usado como refugio por los hombres y sus caballos. Entierros de perros con grandes bocas y dientes, utilizados tradicionalmente por los españoles para proteger los presos, también se descubrieron.

Región del Vino canadiense del Valle de Okanagan en la Columbia Británica. Crédito: Wikipedia

La misteriosa espada

En el Museo de Penticton, uno puede encontrar un par de artefactos vinculados a los españoles que se descubrieron localmente en la región de Keremeos. Se trata de una espada española muy bien conservada, una punta de lanza y un casco español. Los resultados del análisis son muy claros: todos los artefactos pertenecían a soldados españoles.

En la leyenda local, se dice que la espada pertenecía a la «tortuga», que era el nombre utilizado por los lugareños para los españoles que exploraron América del norte debido a su característica armadura. Sin embargo, una teoría diferente explica la identidad de la espada como proveniente de Sri Lanka en el siglo XVI. Esto no necesariamente refuta que los españoles eran los propietarios, ya que una espada de este tipo podría haber pertenecido a un marinero español que estaba en Asia. Las expediciones de los españoles a Asia por el Pacífico fueron muy comunes.

Armadura usada por los españoles. Crédito: Wikipedia

Otras armas, que pueden ser españolas, encuentran en el Museo de Vernon en Canadá. La colección del Museo de Kamloops también contiene una cabeza de un espontón, el tipo de arma utilizada por los españoles a mediados del siglo XVII. Es posible que hayan llegado desde el siglo XVI, pero es probable que se crearan unos siglos más tarde. Es todavía difícil confirmar si la espada española es sólo un cuento local o una prueba real de la presencia española en esta área.

Intentos de obtener tierras

Con los nuevos descubrimientos, los investigadores están cada vez más seguros de que los españoles no permitieron que los británicos conquisten toda la tierra de América del Norte. Probablemente hicieron intentos, pero es probable que no estaban bien preparados para la realidad de las partes más frías del continente.

El número creciente de descubrimientos que confirman que los españoles hicieron un intento de obtener una parte de América del Norte todavía no proporcionan las respuestas para muchas preguntas intrigantes. Así, la historia mantiene estas leyendas en museos locales y folletos turísticos. Tal vez la mejor confirmación sería el descubrimiento de una necrópolis cerca de Okanagan, pero varios grupos han intentado hallarla y han fracasado.


Compártelo

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *