MinAmbiente, PNUD y las grandes cadenas de supermercados del país se unen para proteger la capa de ozono

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Foto Cortesía

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Bogotá, septiembre de 2023. La protección de la capa de ozono es una tarea fundamental para el bienestar en el mundo. Por esto, desde 1987 se creó el Protocolo de Montreal, un tratado internacional en el que todos los países miembros de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) se comprometieron a tomar acciones para mitigar el impacto que generan las personas en la capa de ozono.

 

Colombia, en línea con el cronograma planteado por el Protocolo de Montreal, se propuso para 2030 lograr la reducción a cero del uso e importación a nivel nacional de los gases HCFC utilizados tradicionalmente en los sistemas de refrigeración. En la búsqueda de este objetivo, para 2022 el país debía alcanzar una reducción del 81 % en el uso de estos gases y al cierre del año el indicador ya se encontraba en 88 %…

 

Para dar a conocer los avances y las acciones que se vienen adelantando para lograr la meta antes de lo previsto, el pasado 14 de septiembre se llevó a cabo el foro virtual “Estas son las estrategias innovadoras de Colombia para proteger la capa de ozono”, organizado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y la campaña BIBO de El Espectador, quienes vienen implementando diferentes alternativas en busca de una mejor eficiencia energética y la disminución del impacto ambiental en el subsector de supermercados del país, 

 

Actualmente, los gases refrigerantes utilizados por los sistemas de refrigeración de los supermercados tienen un potencial de agotamiento de la capa ozono y de calentamiento global, esto quiere decir que, cuando son liberados a la atmósfera, generan el deterioro de la capa de ozono y algunos incrementan el efecto invernadero natural del planeta; además, si estos se liberan durante el funcionamiento o servicio que ofrecen incrementan aún más el consumo de energía del sistema.

 

El objetivo trazado desde la Unidad Técnica Ozono (UTO) del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible fue reemplazar los gases refrigerantes tradicionales por gases naturales que permitan el funcionamiento eficiente de los equipos, pero sin generar ningún daño a la capa de ozono. En esta tarea, con la asesoría del PNUD, se unieron varias de las cadenas de grandes supermercados del país para implementar pilotos con equipos innovadores que ayudaran a cumplir esta tarea. 

 

Además, se integró al proyecto la empresa colombiana Weston, especializada en el diseño y fabricación de equipos de refrigeración. Así, se logró vincular a Cencosud, que agrupa a la cadena de supermercados Jumbo, Metro y Spid; al Grupo Éxito; y al grupo Jerónimo Martins, propietarios de Tiendas Ara, Mercados Colsubsidio y Supertiendas y Droguerías Olímpica.

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En el caso de Cencosud, el proyecto inició con seis almacenes en los que se remplazaron los equipos tradicionales por refrigeradores que usan gases naturales. Y a partir de esto, ya se encuentran trabajando a nivel nacional para hacer la transición hacia este tipo de tecnologías en todos sus almacenes. “En otros países en los que tenemos presencia se estaban llevando a cabo algunos proyectos, pero Colombia siempre ha estado liderando”, puntualizó José Hernán Álvarez, gerente de mantenimiento y medio ambiente de la multinacional.

 

En el Grupo Éxito ya se dio la transición en cerca de 60 tiendas a nivel nacional, poco más del 10 % de las 500 con las que cuentan. “Una política de la compañía es no adquirir gases refrigerantes que impacten la capa de ozono y que tengan una baja emisión de gases de efecto invernadero (GEI)”, aseguró Juan Diego Serna, director de proyectos del Grupo Éxito, añadiendo que están trabajando en una transición total hacia los gases naturales. 

 

Por su parte, David Chadid, gerente ambiental del grupo Jerónimo Martins, contó que en Tiendas Ara también se ha avanzado en la utilización de equipos con impacto cero en la capa de ozono y con bajas emisiones de GEI en todos sus almacenes.

 

Estos pilotos han sido de gran importancia para el proyecto porque no se han centrado en el impacto en la capa de ozono. Desde la UTO también se ha tenido en cuenta el mantenimiento de los equipos y la disposición final de los gases, pues allí también se generan daños ambientales. 

 

Además, uno de los pilares del trabajo conjunto con el PNUD ha sido trabajar en la eficiencia energética de los equipos, con el fin de reducir el consumo por medio de una mejor utilización. De allí que, por ejemplo, ahora muchos almacenes tengan refrigeradores con puerta. Esto garantiza un menor consumo de energía para mantener la temperatura ideal de los productos, algo que disminuye el impacto indirecto que tienen en el ambiente. 

 

Diego Olarte, asesor en proyectos de desarrollo sostenible del PNUD, destacó en el cierre del foro los avances que se han logrado en el país en esta materia. Además, destacó que es una oportunidad para que el sector académico se integre en la capacitación de técnicos para el trabajo con estas nuevas tecnologías. Allí también llamó la atención sobre la importancia de que la transición hacia gases naturales también resulte en la incorporación de más mujeres en una industria que ha sido históricamente masculinizada.


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